Orgullosos de Jamaica
Jamaica stand up!!! This for you my people (Tuit de Usain Bolt a las 22.32 del domingo 14 de agosto)
En la verja de la entrada de la llamada Casa de Jamaica el The Rio Jockey Club, en el barrio de Gavea, ya ves que Elaine Thompson, Bob Marley y Usain Bolt comparten volumen de leyenda. Jamaica tiene en Marley su embajador más internacional, 36 años después de su muerte, y puede explicar al mundo que Bolt y Thompson , las dos personas más rápidas del planeta, les pertenece.
He llegado relativamente temprano porque la salida del Estadio Olímpico ha sido más rápida de lo que esperaba: sólo hace hora y media de la exhibición de Bolt y ya estoy metido en un jardín (nunca mejor dicho) en medio de jamaicanos que se sienten esta noche el centro del mundo. No hay lleno pero todo se andará. De momento un señor muy agradable, y que emite una mirada de celebración permanente, me ofrece una cerveza Red Stripe. No me gusta la cerveza pero descarto explicarle al amigo los motivos, le suelto un obrigado en portugués y media vuelta. Sorbo la cerveza para confirmar que la jamaicana es tan amarga como la del resto del mundo y me acerco a unos focos que es donde emite la BBC conexiones en directo con una presentadora que va vestida para la ocasión: blusa negra, chaqueta amarilla y zapatos verdes como la bandera jamaicana. Baila la periodista al ritmo de la música que pincha DJ Narity, que está en una tarima de la fiesta con sus ordenadores y sus cosas. Lleva incrustada una gorra de Jamaica y por encima unos auriculares a juego.
De golpe la gente se vuelve loca: la que está y la que va entrando a kilos. Suena una canción que desconozco (lo siento) y se empiezan a organizar corros de bailarines improvisados. Me acerco al amigo DJ Narity y le pregunto por la música que suena y me grita a la oreja algo que ni entiendo ni mi cerebro es capaz de traducir. Le hago cara de pena, encuentra un rotulador (sí: los dj tienen bolígrafos), buscamos un papel y me escribe The Big Deal y Chris Martin. Es reggae y no es el de Coldplay. La verdad es que la canción engancha y mueves la cabeza porque el reggae así te obliga. Deambulamos a la derecha, deambulamos a la izquierda. Jammin, jammin, jammin. Cada vez el ambiente es más amarillo jamaicano. Hay mucha felicidad pero sobre todo hay toneladas de orgullo. Un patriotismo que se escenifica con banderas, gorras, camisetas, cintas en la cabeza… Veo que en una televisión de Jamaica entrevistan a un señor que no pasa de los cuarenta. Me acerco. Pongo la oreja pero como si pusiera la cadera. No entiendo nada. Espero que acaben. Lleva una camiseta con la palabra Jamaica en el pecho y una gorra a juego con los colores de la bandera. Se llama David y me entra levantándome tres dedos. “Three, three”, grita. Significan las tres medallas de oro en los 100 metros que Usain Bolt ha sumado en los últimos tres Juegos (Pekín, Londres y ahora Río). “He estado en las tres”, me dice. Ahora lo entiendo. Estoy hablando con alguien que ha pisado los tres estadios olímpicos donde Bolt se ha colgado el oro. “En las tres empieza mal pero tiene el mejor sprint de la historia de los 100 metros”, añade. Ha llegado desde Kingston hasta Río vía Miami y “por supuesto me quedo a la final de los 200 ”. En la fiesta suena ahora Bob Marley. La canción que Bolt ha cantado por la tele después de la victoria: One Love! One Heart! Let’s get together and feel all right... Venga: deambulamos a la derecha, deambulamos a la izquierda. Jammin, jammin... La fiesta es para Bolt pero la organiza Marley. Voy pensando en abandonar el lugar. Sigue entrando gente. Son más de la una de la mañana. Vuelve a sonar Chris Martin y me vuelvo a dejar llevar. Deambulamos a la derecha, deambulamos a la izquierda.Y me muevo solo con una extraña cerveza en la mano y con el orgullo, como toda esta gente, de pertenecer a la generación que ha visto correr a Usain Bolt. I’m a big deal . Me and my friends are some big deal.