Mensajes y hechos
A saber si la clase dirigente se afanaba en preparar las maletas de cara al inicio de las vacaciones, si ya estaba disfrutando de la playa y el campo o si se encontraba concentrada en la confección de nuevos lotes de austeridad para presentar una vez finalizado el periodo estival, pero parece ser que han sido muy pocas las naciones que han respondido a la petición de ayuda por parte de Portugal para combatir la oleada de incendios que arrasaba el país en días pasados.
“Esperaba más solidaridad de los socios europeos”, declaró la ministra del Interior portuguesa, dando muestras de una decepción que es fácil de adivinar se habrá incorporado al torrente de sentimientos de una población que, por otra parte, sí ha visto y notado muy de cerca la presta presencia de los llamados hombres de negro de la troika.
Abundantes mensajes de unión y progreso desde Bruselas que, a juzgar por la elevada y creciente desconfianza de la ciudadanía europea hacia las instituciones comunitarias, en muchas ocasiones no tienen correspondencia ni encuentran sostén en los hechos.
ALEJANDRO PRIETO ORVIZ
Gijón