Crece la compraventa de viviendas
EL mercado inmobiliario ha cerrado el ejercicio del 2016 con un descenso de las ventas de viviendas nuevas, por sexto año consecutivo, y con la consolidación del enorme dinamismo de las de segunda mano, que confirman tres años de crecimiento. Los datos del Instituto Nacional de Estadística señalan que la venta de las primeras cayó un 1,7%, hasta las 75.618 operaciones, mientras que las compraventas de viviendas usadas se dispararon un 17,8% al alza, con un total de 328.248 transacciones.
Es posible que durante este año 2017 la obra nueva inicie un moderado despegue, a la vista de los proyectos iniciados en el 2016, y se refuerce la actividad del sector de la construcción residencial. Buena parte de la vivienda nueva en venta, sin embargo, se concentra en ubicaciones poco demandadas, como la costa o zonas urbanas mal comunicadas y alejadas de los núcleos urbanos.
El dinamismo de la compraventa en el mercado de segunda mano se explica, en gran parte, por la intensa actividad de los grupos bancarios para deshacerse de su enorme stock acumulado de viviendas a precios ajustados. Este aumento de la oferta coincide con una mayor demanda derivada de la intensa creación de empleo registrada en la economía española, de la creciente compra por parte de extranjeros en busca de oportunidades y de la consideración del sector inmobiliario –nuevamente– como alternativa de inversión financiera en unos momentos en que los tipos de interés están en nivel cero mientras los precios de la vivienda ya han tocado suelo y empiezan a subir. La subida de precios, sin embargo, se produce fundamentalmente en determinadas zonas muy seleccionadas, como son las grandes ciudades, especialmente Barcelona y Madrid.
Las 403.866 operaciones totales de compraventa de viviendas registradas en el 2016, pese a ser el número más elevado que se registra desde hace seis años, están por debajo de lo que se esperaba, ya que las previsiones apuntaban a una cifra cercana a las 450.000. Con todo, ese dato de transacciones –un 13,6% más que en el 2015– supone un avance importante hacia la normalización del sector inmobiliario, en sintonía con el crecimiento de la economía, aunque ya nunca se llegará al millón anual de operaciones de compraventa que se registraba en el 2006, antes de la crisis.
La continuidad de la buena marcha de la compraventa de viviendas está ligada, sin embargo, a que se mantenga el ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo, el clima de confianza general en la economía y las buenas condiciones de financiación.