El nuevo Palau d’Esports de Tarragona, sin plan de gestión
Aunque las obras del gran pabellón están en la recta final, el Ayuntamiento no ha definido cómo ni quién dirigirá las instalaciones
Las obras avanzan al ritmo previsto. Aunque los Juegos Mediterráneos de Tarragona se han retrasado un año, en el futuro anillo olímpico ya destaca la imponente estructura del futuro Palau d’Esports. La primera fase de la construcción ha finalizado y el único pabellón de la provincia con capacidad para 5.000 espectadores estará listo en cinco meses. Lo que pasará luego sigue siendo una incógnita. Ni el Govern, que ha financiado el equipamiento deportivo con 14,7 millones ni el Ayuntamiento, que promovió su construcción como una de las piezas estrella de los Juegos y de su legado, han definido cómo ni quién gestionará las instalaciones en el futuro.
¿El patronato municipal de deportes? ¿Una empresa privada? ¿Una gestión mixta? La gran obra de los Juegos Mediterráneos no tiene todavía quién la gestione. Todas las posibilidades siguen abiertas. “Tenemos varios informes encima de la mesa y estamos estudiando la mejor opción”, explica Javier Villamayor, concejal de los Juegos. En paralelo, la Secretaria General de l’Esport de la Generalitat ha encargado un informe al Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya (Inefc) para que plantee distintas opciones. “De momento no se ha tomado ninguna decisión y se tardará unos meses en hacerlo”, reconocen fuentes de la secretaría.
Villamayor destaca que “Govern y Ayuntamiento vamos de la mano y eso es muy importante para encontrar la mejor solución”. El concejal explica que puede contemplarse la gestión del Palau d’Esports como una única instalación o de todo el entorno, es decir de todo el anillo olímpico. Esto incluye la pista de atletismo, el velódromo, la piscina de 50 metros (cuya financiación comprometió Soraya Sáez de Santamaría el primer día de la última campaña electoral) pero que todavía no ha comenzado a construirse, y el polideportivo de Campclar, que hasta ahora gestionaba el Patronat Municipal d’Esports de Tarragona.
“Podríamos buscar una gestión muy integrada del espacio para dar servicio tanto a los usuarios del Patronat Municipal, como a equipos que quieran entrenar, fomentar el turismo deportivo y dar cabida a grandes eventos que por primera vez tendrán un espacio con capacidad para 5.000 personas”, añade Villamayor.
La futura gestión del espacio deberá tener en cuenta el compromiso adquirido con la Diputación de Tarragona, que ha aportado 2,6 millones de euros para la reforma de los vestuarios y la zona de servicios del polideportivo, con la condición que estos espacios tengan un uso ciudadano después de los Juegos.
El Palau d’Esports, la gran obra del anillo mediterráneo, estará listo en verano, casi un año antes del inicio de los Juegos (que está previsto celebrar del 22 de junio al 1 de julio del 2018). Durante el certamen, el Palau se utilizará para
El Govern, que financia el pabellón con 14,7 millones, ha encargado un informe al Inefc para valorar opciones
los partidos de balonmano. Y hasta entonces está previsto que el comité organizador de los Juegos organice competiciones y eventos, “para testar las instalaciones”. “Nos pondremos en contacto con las federaciones de balonmano, fútbol sala o voleibol”, explica Villamayor. De momento, hay un evento confirmado, pero será para diciembre del 2021, durante el Mundial de balonmano absoluto femenino, en el que Tarragona será una de las sedes.
De momento, el Ayuntamiento ha aparcado la propuesta de Santa Gadea: finalizar las obras del anillo mediterráneo a cambio de la concesión de este espacio por cuarenta años, durante los cuales el Consistorio pagaría 2,5 millones de euros anuales. La propuesta levantó duras críticas entre los grupos de la oposición municipal. Y mientras se estudia la gestión futura del legado de los Juegos, en su comité organizador se han producido sustanciales cambios: Villamayor ha dejado la dirección ejecutiva, que ha asumido el secretario general del Comité Olímpico Español, Víctor Sánchez.