El timonel de Munich
El exazulgrana encabeza una generación que toma posiciones en ‘la roja’
Después de brillar ante Israel en Gijón en partido oficial, Thiago Alcántara volverá a ser protagonista en el amistoso que juega hoy la roja ante Francia en un escenario de alcurnia, el estadio de Saint-Denis.
Thiago Alcántara, a sus 25 años, está cerca de ser el jugador que prometía, indiscutible tanto al timón de la España de Lopetegui como del Bayern de Munich de Ancelotti. Después de brillar ante Israel en Gijón el viernes en partido oficial, el hijo mayor de Mazinho volverá a ser de la partida en el amistoso que juega hoy la roja ante Francia (21 h) en un escenario de alcurnia, el estadio de Saint-Denis.
La vida de Thiago ha sido siempre una vida acelerada. Cuando en la Masia te designan el sucesor de Xavi Hernández, estamos hablando de palabras mayores, de un jugador que no llama a la puerta, sino que la derriba. No todo el mundo entendió que en el verano del 2013, tras cuatro campañas en el primer equipo, el Barcelona lo vendiera al Bayern por 26 millones. Las razones hay que buscarlas en el propio jugador, que en aquella plantilla de Tito Vilanova no se resignaba a su cuota de minutos. El Barça ha sopesado estos meses recuperarle, pero parece imposible. El Bayern no es un club vendedor y tras superar Thiago varias lesiones muy graves (no estuvo en la Eurocopa del 2012 y el Mundial del 2014 por una lesión de rodilla) el club bávaro se dispone a disfrutar por fin de uno de los mayores talentos del fútbol europeo, sin la competencia en el puesto a partir de la próxima temporada de Xabi Alonso. Otras fuentes señalan que sólo lo dejarían marchar a partir de los 90 millones.
En la nueva roja de Julen Lopetegui, Thiago ha encontrado su espacio ideal, con el mismo entrenador que le llevó a ganar el Europeo sub-21 en Israel en el 2013, una quinta en la que junto al actual centrocampista del Bayern (elegido mejor jugador del torneo y autor de un hat-trick en la final, en un 4-2 a Italia) figuran De Gea, Illarramendi, Koke, Isco y Morata. Todos ellos estarán hoy en París. Entonces eran el futuro del fútbol español; ahora son ya el presente.