Tres razones para dejar de utilizar bastoncillos de los oídos
La Universidad de Harvard insiste en que no son necesarios, pueden ser dañinos y que el cerumen no es señal de falta de higiene. Al margen del impacto medioambiental que supone el que sean uno de los principales contaminantes que se desechan en el inodoro y de las recomendaciones de los otorrinos, que desaconsejan introducirlos en los oídos, los bastoncillos de algodón siguen utilizándose como utensilio de higiene de los conductos auditivos. Ahora ha sido la Universidad de Harvard, basándose en un informe publicado por la Asociación Americana de Otorrinolaringología, quien recuerda que los conductos auditivos se limpian por sí solos y que, en ningún caso, debe recurrirse para ello a los bastoncillos. De hecho, su uso puede dañar el canal auditivo o el tímpano, al empujar el cerumen. Un cerumen que, recuerdan también, no es señal de falta de higiene, y es encargado de hidratar y proteger el oído.