¿Qué pasará con las marcas amenazadas?
Como ya sucedió con las fusiones de las cajas, el nuevo proceso de concentración va a obligar a las entidades líderes a decidir sobre el futuro de un buen puñado de marcas comerciales, algunas de ellas con mucha solera y otras, de creación más reciente. Las circunstancias son muy distintas, según los casos. Por ejemplo, ¿qué va a pasar con la marca CAM, tan contaminada por la gestión de sus directivos y los problemas con el inmobiliario? En el Sabadell, que acaba de adquirir la entidad en una subasta, lo tienen claro: mantenerla, como sucedió con Banco Guipuzcoano. La marca Sabadell CAM operará en la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares al entender que, pese a todo lo ocurrido, es apreciada por la clientela. Es lo mismo que ocurre con el Pastor, una institución en Galicia, que también se mantendrá. BBVA, en cambio, aún no ha decidido qué hará con Unnim, una marca muy nueva. En México utiliza BBVA Bancomer y en Argentina, BBVA Francés, pero estos casos son distintos a los de Unnim.