Salvar los frutales con una bacteria aislada en el tomate
AMPbiotech, una empresa surgida de la UdG, patenta y pone a prueba una solución para la enfermedad vegetal conocida como fuego bacteriano
Agrandes problemas, soluciones innovadoras. La empresa de base tecnológica AMPbiotech, surgida de la Universitat de Girona (UdG), ha aislado y patentado una cepa de la bacteria Lactobacillus plantarum que podría convertirse en el primer tratamiento natural efectivo contra el fuego bacteriano, una enfermedad grave que provoca cada año la muerte de decenas de miles de árboles frutales como el peral o el manzano.
El fuego bacteriano es una enfermedad provocada por la bacteria Erwinia amylovora y su origen se sitúa en Norteamérica. Los primeros brotes en Europa se produjeron en el Reino Unido (1957) y Holanda (1966). En España, los casos iniciales de fuego bacteriano se remontan al 1995, y desde entonces la enfermedad ha provocado la muerte de más de 200.000 árboles frutales.
La primera afectación de esta enfermedad en Catalunya fue detectada en plantaciones frutícolas del Segrià en 1998-99. Posteriormente se han descubierto brotes de fuego bacteriano en la Cerdanya (2003 y 2006), Gironès (2007) y el Segrià (2013).
La gravedad de la amenaza del fuego bacteriano justifica que AMPbiotech (Antimicrobial Peptide Biotechnologies SL) haya centrado buena parte de sus esfuerzos de investigación en la búsqueda de soluciones a esta enfermedad que toma el nombre de la apariencia quemada de los bro- tes, ramas y árboles afectados.
AMPbiotech fue fundada en el 2009 a partir de los trabajos de investigación conjunta desarrollados desde el 2001 por los grupos CIDSAV y LIPPSO de la UdG. En concreto, el impulso para poner en marcha este spin off surgió de Eduard Bardají, director del grupo de investigación LIPPSO y profesor titular de química orgánica de la UdG, y del catedrático de Patología Vegetal de la UdG Emili Montesinos, director del CIDSAV y del grupo de investigación de Patología Vegetal.
“Después de muchos años de trabajo habíamos conseguido resultados y patentes que creíamos que podían ser de utilidad en el mercado, pero que difícilmente podíamos hacer evolucionar desde la propia universidad; por este motivo decidimos crear un spin off, aprovechando los incentivos y el cambio de la normativa que facilita que los profesores universitarios tengan pleno control de este tipo de empresas de base tecnológica”, explica Eduard Bardají.
Antes de decidirse por la creación de la empresa, el proyecto AMPbiotech había quedado clasificado como segundo finalista de la primera edición del premio Bioemprendedor XXI (2007-08), el programa de apoyo a la creación de empresas en el ámbito de las ciencias de la vida que impulsan La Caixa, Barcelona Activa y Biocat.
El mercado objetivo de AMPbiotech lo constituyen empresas que comercializan productos antimicrobianos y antiinfectivos para los sectores fitosanitario (agricultura), alimentario (nuevos conservantes), veterinario y farmacéutico (nuevos antibióticos), y otros sectores como el de la cosmética o implantes médico-quirúrgicos.
El trabajo de esta empresa ubicada en el Parc Científic i Tecnològic de la UdG se centra, por una parte, en el desarrollo de péptidos antimicrobianos sintéticos utilizando como modelo compuestos naturales descubiertos en seres vivos. “El primer resultado de esta línea de investigación han sido cuatro patentes de substancias químicas que sirven como antibacterias o antihongos, y que podrían ser utilizadas como alternativas a los antibióticos; pero con mayor espectro de acción y menor toxicidad”, indica el profesor Bardají.
Por otra parte, AMPbiotech trabaja en la identificación o selección de agentes de biocontrol, es decir, microorganismos que
Desde 1995, el fuego bacteriano ha causado la muerte de más de 200.000 árboles frutales en España
ayudan a controlar agentes patógenos, y que pueden ser aplicables a la agricultura, por ejemplo. En este campo, una de las patentes transferidas por la UdG a AMPMbiotech es la aplicación contra el fuego bacteriano de la cepa TC92 del Lactobacillus plantarum.
“El fuego bacteriano está expandiéndose muy rápidamente –en España por ejemplo ya se han producido brotes en todas las comunidades autónomas– y hasta ahora existen muy pocos sistemas para hacerle frente”, explica Emili Montesinos. “Nuestro trabajo ha consistido en este caso en aislar en un vegetal una cepa o variante del Lactobacillus plantarum que hemos descubierto que combate la bacteria que causa el fuego bacteriano”, indica el profesor Montesinos.
“Con nuestro trabajo hemos comprobado que, una vez aplicado sobre los frutales, la TC92 coloniza especialmente las flores y no deja que se instaure el patógeno que causa esta enfermedad”, detalla este cofundador de AMPbiotech. Curiosamente, la TC92 que podría salvar los árboles frutales fue aislada en un tomate.