Surrealismo
La belleza es convulsiva o no es nada en absoluto. Esa es la declaración de principios y el punto de partida del trabajo de Inés Figaredo, cuyo universo creativo ha seducido incluso a Lady Gaga y Rihanna. Porque esta asturiana que triunfa en París con la mezcla de la intuición y sofisticación que le ha proporcionado su paso por colegios internacionales de Madrid y el trabajo desarrollado en Nueva York, Londres o Edimburgo, ha sabido sacar el máximo rendimiento de la contradicción. Abraza lo moderno y lo clásico, bebe de lo literal y lo conceptual y suma lo industrial con lo artesano sin ningún tiño
de manía. Sin complejos, para desmarcarse de lo puramente comercial. El resultado son unos bolsos de tintes surrealistas que se han convertido en un objeto de deseo... mundial. Sus singulares piezas, a partir de los 600 euros, (y hasta 6.900 el más caro) son únicos, exclusivos y exquisitos. De alta costura. “Nos identificamos con la haute couture en estado puro”, dice ya con un impecable acento francés. Pero la firma de tintes surrealistas gusta tanto que ya ha crecido y eso le permite “fabricar 10.000 bolsos al mes sin perder un ápice de singularidad, genialidad, arte- sanía o concepto. Toda la producción está realizada en España porque considera Inés que “allí tenemos a los mejores profesionales en marroquinería, curtidores, metalistas, joyeros, empresas textiles… y sólo usamos materiales como piel de vacuno o pieles exóticas, así como latón bañado en oro para la ornamentación”. Y ahora, en la nueva colección, la que presenta bajo el nombre de Indiscreet incorpora tejidos inteligentes que la tienen entusiasmada como el primer día. Precisamente una de sus primeras conquistas fue la estilista de la famosa serie Sexo en Nueva York, Patricia Field. Se enamoró en Nueva York del bolso “cara niña”, y así es como utilizaron ya entonces los productos de esta asturiana que aun no puede creerse el rumbo que han tomado las cosas por surrealistas que parezcan.