Un calzado de lujo de espíritu nómada
La creadora brasileña de raíces japonesas se instaló en Elda para crear en el 2002 sus zapatos prácticos y distintos
Sus zapatos se venden en Neiman Marcus de Nueva York. Dicho con otras palabras: ha conseguido entrar en la liga internacional del lujo. Con presencia en mil tiendas en todo el planeta y la exportación del 93% de su producción, Chie Miara se ha convertido en una firma zapatera que, aunque joven, hay que tener en cuenta. Su filosofía es ganadora y muy clara: con los zapatos no hay que sufrir.
Sabe lo que dice, porque esta creadora de espíritu nómada que inauguró su firma en el 2002 y conoció el éxito global en el 2015 gasta un 40 desde jovencita, con lo que difícilmente encontraba calzado bonitoycómododesumedida. Con 11 años y un 38 ya decidió que de mayor no tendría problemas porque se haría ella misma su calzado.
Cumplió su promesa y fue más allá: cada zapato Chie Miara integra una plantilla anatómica específica para el pie de la mujer. Y además son zapatos bonitos, puesto que los aspectos multiculturales de su vida están muy presentes. Hija de padres japoneses emigrados a Brasil, Chie Miara lleva años asen- tada en España, aunque antes vivió en Nueva York. Eso se aprecia en sus colecciones: Brasil muestra el lado femenino, Japón aporta sus técnicas de diseño, Estados Unidos se traduce en su espíritu práctico, y finalmente España aporta el sello de la fabricación de calzado de alta calidad.
ChieMiaratieneenlaactualidad 80 trabajadores en nómina y dispone de una enorme planta en el polígono industrial de Elda, el pueblo alicantino dedicado casi enteramente a la confección de calzado. La intención de aunar escultura, diseñoymodalaempujóamatricularse en el Fashion Institute of Technology de Nueva York. Ya durante su etapa como estudiante mostró su alta capacidad productiva al diseñar un centenar de pares de zapatos. Fue un buen entrenamiento para lo que había de llegar: al finalizar sus estudios fue a Elda y allí conoció a Francisco Sanchís, de una familia zapatera muy respetada en la zona.
Ambos se entendieron pronto. Sanchís puso a su disposición su fábrica de suelas y ella sus diseños con carácter para establecer las bases de una firma que gusta en todo el mundo. En familia son capaces de sacar 150 referencias por temporada. Los confeccionan siempre conpiel italiana (Ribiera del Brenta y Civitta Nova) ocatalana y diversifican las opciones de este calzado que pretende ser “alegría a ras de suelo” (es para mujeres que pasan de los 30 y que quieren ser bellas pero no están dispuestas a sufrir), ya sea en forma de zapatos, botas altas, medio tacón y sandalias para novias prácticas. Siempre en piel y atemporales.