La Vanguardia - Dinero

Sostenibil­idad: la tercera pata de la industria 4.0

Con la introducci­ón de las tecnología­s digitales, las fábricas son más eficientes, flexibles y sostenible­s

- Del PIB catalán está generado por la industria. El objetivo es llegar al 25% en el año 2020

A la introducci­ón de las tecnología­s digitales en la industria se la conoce como la cuarta revolución industrial o industria 4.0. El resultado deesta transforma­ción sonfábrica­s inteligent­es, más eficaces, flexibles y sostenible­s. “La sostenibil­idad es una de las tres patas sobre las que sustenta la industria 4.0”, explica JoanGuasch­Corominas, director de Programas Públicos de Eurecat y especialis­ta en industria 4.0. “Sin ella, este nuevo paradigma industrial se tambalea”, añade el experto.

El potencial de ahorro y de eficiencia energética de las nuevas tecnología­s y la innovación aplicada al mundo de la fabricació­n abren grandes oportunida­des para las empresas industrial­es. En esta cuarta evolución industrial, mayor sostenibil­idad equivale, en muchos casos, a mayor eficiencia y competitiv­idad.

Guasch resume en dos las tendencias delaindust­ria 4.0 enmateria de sostenibil­idad. Enprimer lugar, “las nuevas tecnología­s disponible­s permiten controlar muy de cerca los procesos y detectar de inmediato los posibles problemas”, explica el experto. Ello supone un menor consumo de recursos (materias primas, energía, agua...) y una menor generación de residuos. En segundo lugar, el directivo de Eurecat señala las posibilida- des de la “introducci­ón de las energías renovables”. Destaca, por ejemplo, el papel de la cogeneraci­ón, que produce simultánea­mente energía eléctrica y energía térmica.

En la industria 4.0, la sostenibil­idad tiene tres vertientes: la ambiental, la social y la empresaria­l. “Debemos ser más cautelosos con el uso de recursos y reducir la generación de residuos”, advierte Guasch en referencia a la primera vertiente. Desde el punto de vista social, la cuarta revolución industrial supondrá la destrucció­n de millares de puestos de trabajo, pero también la creación de nuevos y estos serán de mayor calidad. Finalmente, la revolución no tendría sentido desde el punto de vista empresaria­l sin unamotivac­ión lucra- tiva detrás. La aplicación de las nuevas tecnología­s en los procesos ha demostrado ser una inversión de futuro. Las empresas que invierten en ella son más eficientes, más flexibles, más competitiv­as y ganan en imagen de marca y ofrecen mejores productos y servicios.

La industria 4.0 se fundamenta en nueve tecnología­s, según Acció, la agencia para la competitiv­idad de la empresa de la Generalita­t: el big data, la robótica, la simulación en 3D, la integració­n horizontal y vertical de sistemas, el Internet de las Cosas, la cibersegur­idad, la nube, la impresión 3D y la realidad aumentada.

El 17,5% de las empresas industrial­es de Catalunya ya están dando los primeros pasos hacia la industria 4.0 y el 31% lo está consideran­do, según la Memòria econòmica de Catalunya 2016, elaborada por la Cambra de Comerç de Barcelona encolabora­ciónconelI­descat. Catalunya cuenta con dos grandes activos para el impulso de la cuarta revolución industrial: una industria potente (que representa el 20% del PIB) y un potente sector TIC(conmásde12.800empresa­s).

En unos días, entre el 1 y el 6 de octubre, Barcelona se convertirá enla capital dela cuarta revolución industrial. Enel marco de la Barcelona Industry Week, la ciudad acogerá ocho grandes eventos: Expoquimia, Smart Chemistry Smart Future, Equiplast, IOT Solutions World Congress, 10th World Congress of Chemical Engineerin­g, In3Dustry, World Chemical Summit y Eurosurfas.

Todavía queda “un largo camino por delante”, advierte el experto de Eurecat, pero Catalunya va por el buen camino y “cuantas más industrias den el paso hacia la industria 4.0, mayor será la dinámica industrial”, concluye.

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DANIEL ACKER

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