Los genéricos, oportunidad perdida
Las ventas se estancan por la bajada forzosa de precio que aplican las marcas
Los recortes del gasto farmacéutico que puso en marcha el Gobierno en el 2011, en lo más duro de la crisis económica, tuvieron como medida estrella la prescripción por principio activo, como estrategia para impulsar la venta de los medicamentos genéricos, que tenían en España unas cuotas de mercado muy inferiores a las de otros países europeos.
Siete años después los genéricos han pasado de representar el 28% del mercado en unidades al 39%, una cuota que lleva cuatro años estancada. Y en euros su avance ha sido aún menor, pasando del 13% de las ventas de medicamentos de prescripción en el 2011 al 20%. En total, 1.983 millones de euros sobre un mercado, el de los medicamentos de prescripción, que mueve anualmente 9.856 millones de euros.
Miguel Martínez, director de análisis y servicios de la consultora Iqvia reconoce que “la tendencia de los genéricos es negativa: en cinco años no han sido capaces de ganar ni un punto de cuota de mercado y en el último año han retrocedido incluso en venta, tanto en unidades como en valor económico”. La clave, a su juicio, es la regulación impuesta en España que deja fuera del reembolso por la Seguridad Social los medicamentos que superen el precio de referencia. “Cuando sale un genérico al mercado el medicamento de marca baja automáticamente su precio un 30% para igualarse con el del genérico, por lo que ya no hay ningún incentivo para prescribir el genérico”, explica. Esta situación es única en Europa: allí la Seguridad Social reembolsa el precio de referencia y el consumidor puede elegir consumir el medicamento de marca, a un precio más alto, con- tando con el mismo reembolso de la sanidad pública.
“Últimamente ni siquiera se incide en obligar a los médicos a prescribir por principio activo, lo que ha reducido las cuotas de mercado de los últimos lanzamientos a apenas el 12%, los más bajos desde el 2010.
En el 2017, además, las ventas de medicamentos de prescripción se han reducido, tanto en unidades como en volumen, pese al envejecimiento creciente de la población, por las campañas para el uso racional del medicamento, para evitar la automedicación. Esas campañas, además, han incidido especialmente en las ventas de genéricos, porque los medicamentos más populares para automedicarse como el paracetamol o el ibuprofeno, tienen más del 80% de las ventas como genéricos.
La situación para los próximos años tampoco es propicia para un gran crecimiento de las ventas de genéricos. “Las moléculas que perderán la protección de la patente en los próximos años tienen poco potencial de mercado, con ventas de apenas 200 o 300 millones de euros anuales”, destaca Martínez. La expiración de las patentes es precisamente el factor más relevante en el crecimiento de este sector. Así, aunque el año pasado las ventas de genéricos bajaron un 2,7% en unidades, con descensos en todos los trimestres, en el tramo final del ejercicio mostraron ya una mejor evolución que el mercado de medicamentos de prescripción, señala Iqvia.