SÍ PUEDES
Sí, se puede cambiar, podemos rectificar todo aquello que no nos gusta de nosotros, tenemos las herramientas en nuestro interior. Palabras de Ramiro Calle
PREGUNTA
Hola, me llamo Nélida y hace poco tiempo que acabé la carrera de Psicología. En una ocasión un compañero me dijo que usted había comentado que la psicología occidental estaba en pañales comparada con la oriental, que tiene miles de años. Con lo poco que he sondeado en la psicología de Oriente, me he dado cuenta de que se ha investigado la mente con mucha hondura, sí. Por eso me gustaría comentarle que muchas veces me deja perpleja que se crea que una se ha librado de tendencias neuróticas, después de haber hecho todo para librarse de ellas, y que luego vuelvan a surgir igual. ¿Qué dicen al respecto los psicólogos de la antigua India? Yo misma he luchado contra mis celos, pero me desanimo cuando resurgen. Son celos que no se centran en relaciones sentimentales, sino en los más variados aspectos. A veces me siento muy indigna por ello y me reprocho. Al principio pensaba decirle que no publicara esta carta, pero luego he pensado que puede esclarecer aspectos interesantes a otras personas y que además es una forma de no atrincherarme en un falso pudor.
RESPUESTA
Estimada Nélida, muchas gracias por escribirme. Es fenomenal encontrar jóvenes con inquietudes, deseosas de conocer mejor las profundidades del alma humana. Son muchos los psicoterapeu- tas y psiquiatras que han dicho que la psicología occidental está en sus albores comparada con la de Oriente. La psicología del yoga, por ejemplo, tiene 7.000 años; la del budismo, 2.500 años. Los primeros meditadores del orbe fueron los primeros yoguis, que descubrieron que en la mente hay tendencias diversas: unas por la evolución de la especie y otras por la historia personal. O sea, que en el trasfondo de la mente se van depositando condicionamientos que van robando libertad e independencia a nuestros actos. A veces esas impresiones del inconsciente son muy poderosas y se nos imponen sin cesar, e incluso cuando creemos que estamos libres de ellas, nos vuelven a atrapar. Como psicóloga sabes que hay que partir de la aceptación consciente de uno mismo y luego ir poniendo los medios para sanearnos y hallar la armonía. De nada sirve desalentarse o sentir desdén hacia uno mismo. No te dejes llevar por esos fantasmas. Lo importante es que se puede ir corrigiendo las tendencias insanas y cultivando las sanas. Pero si uno intenta mejorar, lo conseguirá. Por eso esta sección se llama así. Podemos transformarnos para bien. Disponemos de recursos para ello. Por tanto, no te desanimes cuando surjan los celos o cualquier otra tendencia un poco insana, pero trata de ver cómo lo hace y de resistirte a ella, en lugar de fomentarla dejándote identificar y arrastrar. Celos, envidia, odio, vanidad... son actitudes perniciosas que hay que ir debilitando y trascendiendo. También está el amor, el contento, el sosiego y otras actitudes que cultivar. Es un hermoso trabajo y como psicóloga podrás ayudar a que otros lo consigan. Hay un antiguo y sabio adagio que reza: “Podemos convertir la mente en un jardín o en un erial”. Cuando la embellecemos y ajardinamos, podemos compartir sus flores con los otros. Buda decía que uno es el constructor de su mente y que uno heredará lo que vaya haciendo con ella. Pero en ningún caso te culpabilices y sigue intentándolo. Poco a poco los hábitos positivos disuelven a los nocivos, como la luz disuelve la oscuridad.
PODEMOS CAMBIAR PARA BIEN, TENEMOS RECURSOS, NO HAY QUE VENIRSE ABAJO CUANDO SURJAN LOS CELOS