ENTRE EL EL CIELO Y EL MAR
Hoy en día ya no basta con descender un barranco, trepar hasta la cima de una montaña o atravesar un lugar remoto en bicicleta: hay que mostrarlo casi en tiempo real. Y si puede ser con un vídeo, todavía mejor. Así que no es extraño cruzarse con ciclis- tas que, a lomos de sus bicicletas de montaña, recorren el Queen Charlotte Track de la isla Sur de Nueva Zelanda con un tercer ojo instalado en lo alto de su casco. La desventaja es que la cámara puede registrar desde el maravilloso paisaje hasta la caída más ridícula, pero es el precio que pagar por la fama que nos pueda otorgar canales como YouTube.
El sendero de Queen Charlotte se encuentra al nordeste de la isla Sur de Nueva Zelanda, en concreto en una amplia región saturada de canales, fiordos, brazos de mar e islotes conocida como Marlborough Sounds. La principal ciudad de la zona es Picton, bastante transitada en el día a día de los neozelandeses debido a que de ella parten los ferries que salvan el estrecho de Cook para llevarnos a Wellington, la capital del país, ubicada en la isla Norte. Por el mismo motivo, Picton se ha convertido en la base de operaciones de los que quieren lanzarse a descubrir el entorno de Marlborough, bien sea con excursiones de un día o bien para recorrer uno de los senderos clásicos del tramping, que es como llaman aquí al montañismo: el Queen Charlotte Track. Su fama llegó primero gracias a quienes lo recorren a pie, pero en los últimos tiempos ha ganado adeptos entre los aficionados a la bicicleta de montaña, que lo consideran el mejor circuito ininterrumpido para pedalear. Para ser más precisos, se trata de una larga pista de 71 km, donde uno sólo tiene que estar atento para no atropellar a los montañistas, con los que existe un pacto de coexistencia pacífica.