Mejor sin batidora
Uno de los principales enemigos de algunos de los básicos de la abuela es precisamente la batidora. Facilita los trámites y, desde luego, es mucho menos cansado utilizarla que picar a mano pacientemente las avellanas, los piñones, las almendras, los ajos, la sal y el pan tostado para una picada o el tomate, el aceite y la sal y el azúcar para una buena salsa de tomate casera. Pero siempre queda mucho menos lucido, demasiado líquido y, en muchos casos, también con un color que invita poco o nada.