¿DEPRESIÓN, TRISTEZA O MELANCOLÍA?
Se suelen confundir a menudo los distintos términos. “La depresión es un estado de ánimo que produce un hundimiento general de gran profundidad. La tristeza es una reacción melancólica a los acontecimientos. Es una respuesta de las personas, por general a una pérdida. Si la tristeza se hace crónica y la intensidad del aconteci- miento se hace muy fuerte, entonces ya se transforma en depresión”, explica el psiquiatra Enrique Rojas. Estas pérdidas pueden ser de distinta índole. “En las
mujeres son situaciones relativas a aspectos familiares o sentimentales. En el hombre, pertenecen más bien al campo económico y profesional”, añade. Aunque se trata de simplificaciones, se estima que ellas sufren el doble de trastornos por emociones negativas que los hombres. La explicación puede ser de tipo hormonal y genético, ya que ellas son más sensibles, pero también puede haber una razón de tipo más social. “Ellas suelen cultivar más las relaciones y convivir con las personas, y si una de ellas al- gún día fallece, es normal que lo pasan peor y pueden caer en depresión”, apunta el profesor de psicología Antonio Cano. “La tristeza suele tener dos consecuencias. Una de tipo cognitivoafectivo: falta de motivación, sentimientos de culpa, vergüenza e incluso alguna activación fisiológica (insomnio, nerviosismo). La otra es de tipo conductual, es decir que debido al desánimo se entra en la pasividad. En este caso, puede ser útil ayudar a la persona triste a reactivarse, para desviar su atención en el dolor”, ilustra este experto. En cambio, para solucionar el problema de la depresión, Enrique Rojas invita a identificar las causas de la misma: si son endógenas (es decir, fruto de algún desequilibrio fisiológico interno) o exógenas, cuando proceden de algún trauma. Mientras en el primer caso puede ser necesario el tratamiento farmacológico, en el segundo basta alguna terapia de apoyo que ayude a superar el mal momento.