“SI ‘HOPE’ NO ES LA COMEDIA NÚMERO UNO, NO ESTOY SATISFECHO”
GREG GARCIA, creador, productor y guionista de ‘Hope’ (FOX)
En la segunda temporada de Hope, no parece que hayan cambiado demasiadas cosas para los Chance. Siguen saliendo trapos sucios del pasado de Burt (Garret Dillahunt) y Virginia (Martha Plimpton), que ponen más en evidencia sus cualidades, o falta de ellas, como padres; Maw Maw (Cloris Leachman) sigue sin ver las cosas con demasiada claridad, y no hay manera de que Jimmy (Lucas Neff) se atreva a tirarle los trastos a Sabrina (Shannon Woodward). Hablamos con el creador de la serie, Greg Garcia, sobre lo que nos depara el nuevo año y sobre los retos de rodar con un bebé, Hope, que sigue creciendo.
¿De dónde surgió la historia para la serie? Acababa de terminar Me llamo Earl y tenía un par de ideas para posibles largometrajes, pero nunca había escrito una película o, al menos, no había escrito ninguna que fuera buena. Tenía la idea pero no sabía exactamente adónde me iba a conducir. Mi cerebro está más acostumbrado a guionizar series de televisión, que no necesariamente tienen un final, puesto que quiero seguir trabajando en ellas. Le propuse a FOX el principio de esta serie y le gustó.
¿Cuál era la idea que tenía inicialmente y cómo creció a partir de ahí? La premisa básica que tenía era que la familia recibe al bebé de forma muy extraña y no está preparada para criarlo. Los padres de Jimmy lo tuvieron cuando eran muy jóvenes, sin saber bien cómo educarlo. E imaginaba que, con esa base, sería posible tener muchos flashbacks que mostraran lo mal que hicieron las cosas y cómo estaban intentando compensarlo con su nieta. Es un poco como si Hope fuera prima de Earl, en ese sentido. Creo que a los personajes se les da la ocasión de redimirse por cómo criaron a su hijo y tienen una segunda oportunidad. Por el motivo que sea, parece que me atraen las series que van sobre gente que intenta tener una segunda oportunidad en la vida para hacer las cosas un poco mejor. Y, a partir de ahí, la ficción evolucionó. Parte de esa evolución son el mundo y los personajes que hemos creado: el supermercado, el hecho de que Jimmy consiga un trabajo allí, conocemos a toda la gente que trabaja en el súper y también sus vidas. Así pues, supongo que estamos constantemente evolucionando, al expandir nuestro mundo.
¿Cuál cree que ha sido la clave del éxito de la serie? No lo sé. Estoy contento con la audiencia que tiene, pero espero que la vea más y más gente. Parece que, cuanta más gente la ve, a más gente le gusta. Oigo constantemente comentarios como: “Me sorprendió lo mucho que ha llegado a gustarme”. Y entonces pienso: “¿Por qué te sorprendió? ¿Qué estamos haciendo mal?”. Me gustaría que siempre hubiera más gente que viera la serie. Si no es la comedia número uno en la parrilla, no estoy satisfecho.
Las gemelas que interpretan a Hope siguen creciendo. ¿Van a cambiar las cosas para el personaje, a medida que se hagan mayores? A medida que sigan creciendo, vamos a tener que ver cómo adaptamos su papel. No creo que vaya a convertirse en la serie de Hope. A no ser que tengamos delante a la próxima Shirley Temple, entonces veríamos qué hacer. Pero yo creo que esta sit-com siempre va a tratar sobre adultos y todo lo que les pasa al intentar cuidar y educar bien a un bebé.
¿Habrá más niños en el reparto principal de la serie? Cuando veamos cómo avanza la vida sentimental de Jimmy, sea con Sabrina o no, es posible que lleguemos a un punto en el que queramos que haya más criaturas, aparte de Hope. Pero, ahora mismo, y después de haber filmado una escena con un grupo de niños pesados de siete años, no tengo muchas ganas de traer más críos al grupo. Creo que los Chance no van a adoptar a ningún perro ni van a tener más niños, aunque sólo sea para que yo pueda mantener la cordura cuando filmo.
Por favor, háblenos de su trabajo con el resto de guionistas del equipo de Hope. Solemos hablar de diferentes historias, a veces en grupo, a veces lo hacen sin mí y después me reúno con ellos para charlar sobre el tema. Le sacamos forma a una trama todos juntos y, entonces, un único guionista escribe el primer borrador de la historia. Luego recibo la propuesta y hago anotaciones de aquello que me gustaría que cambiara. Después recibo la segunda versión, con los cambios y las opciones diferentes, y vuelvo a revisarla. Y, al final, acabamos con el guión definitivo, que usamos para rodar el capítulo. Es un proceso de colaboración. Muchas veces no estoy sentado físicamente con ellos, en la sala de guionistas, escribiendo los chistes y esas cosas. No tengo tiempo para hacerlo y, por suerte, mi equipo de profesionales tiene mucho talento y puedo guiarle durante el proceso de redacción.
¿Qué le parece el buen momento por el que están pasando las comedias? No sabría decirle. Sinceramente, soy un desastre respondiendo a este tipo de preguntas, porque no presto mucha atención a esas cosas. Estoy en el set de grabación de la serie 16 ó 17 horas al día y soy muy narcisista, en el sentido de que sólo pienso en mi serie y en que tengo que hacer mi trabajo. No miro un montón de comedias para comparar Hope con ellas, así que no tengo ni idea de si estamos viviendo una nueva ola de comedias o de si hay más comedias ahora de las que hubo hace tres o diez años.