ASALTO VIKINGO
No tienen miedo a laa muerte y vienen a arrasar con todo. Armados con hachas y espadas, con pintura en el rostro, llegaban a la costa a bordo de embarcaciones, los ‘drakkar’, con forma de criatura marina. No era extraño que se les otorgara una dimensión d
Entraban en los monasterios armados hasta los dientes, ajenos al hecho de estarar en un lugar sagrado. Sólo veían las riquezas indefensas que podían saquear con comodidad y la debilidad de unos monjes incapaces de protegerse.se.
Eran débiles y, en la cultura vikinga, al débil le esperara el castigo de Odín, el más salvaje y poderoso de los diosesoses escandinavos. Las armas caían sin piedad sobre las manos que se alzaban pidiendo clemencia, pero ambos bandos hablaban len-lenguajes distintos. De este choque dee culturas es de lo que trata Vikingos, la nueva serie del canalal TNT, que se estrena este miércoles (22.30 h), para ofrecercer una mirada huma-humana a la cultura de un pueblo de guerreros que, durante años, aterrorizó las costas de Inglaterra, Francia, Italia y España, desde finales del siglo VIII hasta principios del
EL CHOQUEUE DE CULTURAS ES TAN IMPORTANTEE COMO EL CHOQUE DE ESPADAS Y ESCUDOS CUDOS
XI. La serie realiza un esfuerzo sin precedentes para explicar las peculiaridades y la culturaura de esos hombres de mar, cuya leyenda como guerreroseros sanguinarios ha acabado engullendo a la verdaderadadera historia. Esta historia es la que quiere explicarlicar una fic-ficción que arranca con un grupo de pescadores que regresa tras meses en el mar, con los resultados de siempre: las mismas aguas, los mismos recursos, insuficientess para mantener a un clan cuya poblaciónn crece más deprisa y que debe sobrevivir al invierno, cadaada vez más cerca.
Un joven pescador, llamado Ragnargnar Lothbrok, cree que existen tierras para descubrir hacia el oeste, una dirección hasta entonces inexplorada,ada, debido al miedo de los vikingos a encontrarse perdidosos en el mar o, todavía peor, llegar a los límites del mundoo y ser devorados por la serpiente marina Jörmungandr. La dificultad es saber mantener la dirección durante todaa la travesía. Si se man-mantiene rumbo al oeste y las tierras sonon reales, debería ser posible descubrirlas. Con esta idea se presenta ante el jefe del clan, el caudillo Earl Haraldson. La cultura vikinga no era muy distinta de la feudal, y el propietario de las embarcaciones era también el que se quedaba la mayor parte de la riqueza y el que gobernaba tomando decisiones de forma unilateral. Earl se da cuenta del carácter ambicioso de Ragnar e interpreta sus deseos de explorar el oeste como una amenaza, pues teme que esté poniendo en duda sus decisiones, de modo que descarta el viaje.
La tensión entre ambos personajes, interpretados por Travis Fimmel y Gabriel Byrne, marcará los primeros compases de Vikingos. Se trata de una lucha interna por el control del clan y, en este sentido, la trama puede recordar a la de Jax y Clay en Sons of Anarchy: el primero quiere un nuevo camino para el clan, mientras que al segundo sólo le interesa mantenerse en el poder. Con esta carta de presentación, la serie pone en marcha un duelo que transcurre entre paisajes majestuosos, una fotografía lúgubre y
una iconografía tétrica, que incluye cuervos negros, unos animales relacionados con el dios Odín, que aparece en el campo de batalla armado con su lanza para llevarse a los muertos. Los dioses nórdicos están presentes en la serie a través de visiones que tiene el sidr, un sacerdote vikingo al que recurren los miembros del clan, que creen que puede revelar cuál es la voluntad de los dioses.
EL OBJETIVO ES DIVULGAR
Precisamente, serán los mensajes de los dioses los que llevarán a Ragnar a desafiar definitivamente a Earl Haraldson y embarcarse hacia el oeste. La serie está más interesada en que el espectador conozca a fondo el estilo de vida de los vikingos, su cultura y su manera de ver la vida, que en otros aspectos de ficciones similares, como las batallas o los conflictos entre personajes. Vikingos destina una gran cantidad de tiempo a explicar las creencias de ese pueblo, con secuencias en las que se muestran con detalle sus rituales y costumbres. Hay un episodio entero situado en el templo de Uppsala, un centro religioso de los dioses nórdicos en el que los personajes realizan sus sacrificios. La voluntad didáctica de la serie es el principal factor diferencial de una ficción que no apela a la épica, como podría hacer Juego de Tronos, sino al interés del espectador por el rigor histórico. Pero este valor añadido es, al mismo tiempo, el principal reto de la ficción, que debe encontrar maneras para explicar la cultura vikinga y, al mismo tiempo, mantener las características básicas de cualquier otra narración. El showrunner Michael Hirst (conocido por otras series, como Los Tudor) verbaliza a menudo estas explicaciones, algo que no siempre encaja en el guión. Funciona cuando utiliza a un secundario que hace las funciones de espectador, es decir, hace preguntas sobre lo que vemos en pantalla. En los primeros episodios, este papel recae sobre el hijo de Ragnar, y, más adelante, en Athelastan, un joven monje que es capturado en una de las redadas red de los protagonistas, y que descubrirá de cerca la vidvida de los vikingos, entre el miedo a su brutalidad y la fascinafascinación por sus costumbres. A pesar de estas dificultades, Vikingos Vik logra combinar con acierto su objetivo divulgador (ununa de las ambiciones de History Channel, el canal que emite la serie, en Estados Unidos, era que pudiera tener un recorrido en el mundo académico) y el ritmo que caracteriza una buena serie del género (pues no faltan persecuciones y alguna que otra batalla). Además, visualmente, la serie también es fiel a los libros de historia, y los métodos usados por los personajes son cuidadas representaciones de los métodos reales. Así, las embarcaciones alargadas y ligeras que permitían a los vikingos cargar un gran número de guerreros y desembarcar de improvisto en tierra ajena se reproducen con exactitud. Una de las claves del éxito de su expansión era su capacidad de sorprender al enemigo. Aunque las comunidades feudales estaban acostumbradas a los periodos de guerra, no estaban preparadas para un ataque imprevisto, en tiempos de paz. El ataque rápido y la retirada era la estrategia de esos invasores, algo que, en la serie, se refleja muy bien. También se muestra el uso de tretas para derrotar a ejércitos mejor organizados y técnicas como el repliegue tras los escudos de madera, que utilizaban como una muralla improvisada.
Unos atacaban con fiereza y otros se defendían aterrorizados por un enemigo al que veían como la encarnación del diablo. Pero ninguno de los dos bandos se comprendía mutuamente. Por eso, gran parte de la trama de Vikingos se mueve a partir de la idea del choque de culturas, tan importante como el choque del metal contra los escudos. Al final, Vikingos resulta un relato sobre la incapacidad de los pueblos para entenderse, sobre la inercia que lleva a atacar lo desconocido y a tener miedo de lo extraño. Sobre la matanza que surge del miedo y de la incomprensión, motivos que, demasiado a menudo, han llevado a la humanidad a cometer tremendas atrocidades. De aquí que el discurso de esta serie histórica acabe teniendo una vigencia mucho mayor de la esperada, adquiriendo un valor sorprendentemente contemporáneo. Cuando los vikingos desembarcan armados con martillos y espadas, es difícil mantener la calma.
TNT
Miércoles,
22.30 h
Lagertha, Ragnar Lothbrok y Rollo.