Técnico de emergencia
Un imprevisto lleva a Pepu Hernández a dirigir el equipo de sus hijas
Pepu Hernández llevó a la selección española de baloncesto a la medalla de oro en el Mundial del 2006 y a la plata en el Europeo del 2007 después de una larga etapa en el Estudiantes, su club de toda la vida. Pero desde el 2012 estaba alejado de los banquillos hasta que el pasado sábado reapareció de forma sorprendente. El hecho sucedió en el Centro Deportivo Municipal de Hortaleza, donde el técnico madrileño se encontraba presenciando un partido infantil en el que participaban sus hijas mellizas, Claudia y Candela. La entrenadora del Dinámica no pudo acudir al encuentro y sin su presencia y sin las licencias de las niñas que ella tenía en su poder, el colegiado, Roberto Calero, decretó la derrota del equipo del Colegio Ramón y Cajal.
Pero el árbitro deseaba, ante todo, que el partido se disputase, consciente de la ilusión que estos compromisos provocan en las deportistas. El duelo empezó con una solución atípica, pues el entrenador suplente del Dinámica sólo podía estar en el banquillo en el primer cuarto. Después hubo que buscar a otro y fue entonces cuando Pepu Hernández, que estaba en la grada, aceptó la propuesta de dirigir a sus propias hijas. “Si mi padre te dice algo, haz el favor de escucharle porque si no se va a organizar una buena. Mírale, por lo menos”, dijo una de las hijas del entrenador a una compañera antes de que las dirigiera durante tres cuartos.
Les pidió actitud en defensa y movimiento en ataque, dos conceptos básicos del baloncesto. “Para mí fue una situación normal. Cuando los padres me miraron, supe que tenía que bajar a la pista. El mérito es del colegiado, que hubiera podido suspender el partido. Pero tiene buen criterio, es un verdadero educador”, explicó Pepu Hernández.