Blair y el Brexit
El exprimer ministro británico Tony Blair, europeísta convencido, propuso ayer una nueva fórmula para salvar al Reino Unido del caos del Brexit. Su plan consiste en una legislación en inmigración más dura.
El ex primer ministro británico Tony Blair, europeísta convencido y paladín de las terceras vías, como la que le permitió gobernar una década desde la izquierda más conservadora, propuso ayer una nueva fórmula para salvar al Reino Unido del caos del Brexit. Su plan básicamente consiste en una nueva legislación sobre inmigración más dura, a cambio de mantener el país dentro de la UE.
Blair justificó que con un mayor control de los emigrantes procedente de otros países de Europa se lograría satisfacer las demandas de los votantes británicos, expresadas en el referéndum del 23 de junio del 2016, pero sin tener que sacar al Reino Unido del club de los 28.
En un ejercicio de realismo, admitió que la apertura de fronteras aprobada durante su mandato ya no es adecuada para los tiempos que corren y que hay un porcentaje importante de británicos que quieren ponerle freno como sea. Así que propone un sistema donde la libertad de movimientos que consagra la legislación europea se vea limitado, por ejemplo, mediante la exigencia de un registro a todos los que se instalen en el país. De esta manera, las autoridades sabrían si vienen a trabajar o a estudiar; una medida que, dice, ya aplica Bélgica.
Blair lanzó ayer su campaña con un argumentado informe del Instituto para el Cambio Global, que él dirige. Además, escribió un artículo en el Sunday Times, donde se muestra convencido de que esta es la manera en la que se puede conseguir respetar el espíritu del referéndum del Brexit.
Blair también plantea negociar con Bruselas que el Reino Unido pueda detener la entrada de comunitarios cuando se detecte presión sobre los servicios públicos, algo que ya intentó pactar sin éxito el anterior primer ministro conservador, David Cameron, antes de convocar el referéndum.
Dos décadas después de que Blair llegara al poder y ganase tres elecciones consecutivas para los laboristas, su hazaña sigue dándole un aura de respeto. Si bien es cierto que su participación en la guerra de Irak le desacreditó al final de su mandato, su europeísmo le hizo volver a primer plano hace dos años para defender con firmeza el no al Brexit.
Estos días, además, otro factor le ha devuelto cierta aura: su brillante gestión durante el luto oficial por Lady Di, al poco de empezar su mandato, que ha sido recordado ampliamente en los medios, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la muerte de la princesa de Gales.