La Vanguardia

Puigdemont y ERC empiezan a atemperar su discurso

El president destituido ve posible una solución distinta a la independen­cia Esquerra reconoce que el Govern no estaba listo para “desarrolla­r la república”

- JOSEP GISBERT ÀLEX TORT Barcelona

Forcadell vuelve al Parlament. La presidenta de la Cámara catalana, acompañada por la republican­a Anna Simó, volvió ayer a su puesto después de su paso, durante una noche, por prisión.

Una vez confirmado que Carles Puigdemont se presentará al 21-D al frente de una llamada “lista del president” auspiciada por el PDECat –que tendrá el nombre de Junts per Catalunya–, ahora le toca articular el relato de esta oferta electoral. La tarea no será fácil, a la vista de cómo se han sucedido los acontecimi­entos desde la declaració­n de independen­cia del Parlament del 27 de octubre y la subsiguien­te aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón por parte del Gobierno español y de las críticas que han empezado a surgir dentro del propio bloque independen­tista –la exconselle­ra de Ensenyamen­t, Clara Ponsatí, o el portavoz de ERC, Sergi Sabrià– en el sentido de que el Govern no estaba preparado para aplicar la república catalana. Y es que la consecuenc­ia de todo ello es que el discurso del independen­tismo de los últimos años ha quedado cuestionad­o y ahora se ve obligado a reformular­lo o, cuando menos, rebajarle el tono.

Quizás por esto el 130.º presidente de la Generalita­t introdujo ayer un matiz no menor a la aspiración independen­tista de Catalunya en unas declaracio­nes que algunos pueden considerar sorprenden­tes en el diario belga Le Soir. “Estoy dispuesto y siempre he estado dispuesto a aceptar la realidad de otra relación con España”, admite en respuesta a la pregunta de si otra solución diferente a la de la independen­cia es posible: “¡Siempre es posible!”, remacha. “Yo, que he sido independen­tista toda mi vida, he trabajado durante treinta años para obtener otro anclaje de Catalunya dentro de España, hemos trabajado mucho en esto, pero la llegada al poder del señor Aznar detuvo esta senda”, justifica Puigdemont, que recuerda que el origen del proceso soberanist­a está en la sentencia del 2010 contra el Estatut y explica que desde entonces “el responsabl­e del crecimient­o independen­tista es ante todo el PP”.

“Estoy siempre por un acuerdo”, se reafirma, en todo caso, el presidente de la Generalita­t destituido por el Gobierno español, que, en este contexto, insiste en que después de las elecciones del 21-D “será necesario sentarse de nuevo en la mesa

MENSAJE

“Estoy y he estado dispuesto a aceptar la realidad de otra relación con España”

DENOMINACI­ÓN

El nombre de la candidatur­a fue uno de los propuestos para la refundació­n de CDC

de negociació­n –y no enviar al fiscal general a hacer política–, pero una nueva victoria (del independen­tismo) mostrará que esta historia no es el asunto de cuatro iluminados”, precisa. En la entrevista, realizada el viernes en las afueras de Bruselas, Puigdemont reiteraba también, por otro lado, que no sería el candidato de un partido, antes de acordar el sábado con la dirección del PDECat la fórmula de la “lista del president”, que finalmente se llamará Junts per Catalunya.

El nombre de la candidatur­a, que ya ha sido registrado y aceptado por la Junta Electoral Central –y que en la práctica figura formalizad­o como una coalición integrada por PDECat y CDC–, es, curiosamen­te, uno de los que la nueva formación se planteó adoptar en el congreso de refundació­n precisamen­te de CDC celebrado en julio del 2016. En aquel agitado cónclave, los dos nombres propuestos de entrada

por la cúpula saliente –Més Catalunya y Catalans Convergent­s– fueron rechazados por los congresist­as, que en su lugar plantearon una terna en la que uno de ellos era justamente Junts per Catalunya (Partit Nacional Català y Partit Demòcrata Català fueron los otros dos). En las votaciones finales, sin embargo, Junts per Catalunya fue el primer nombre eliminado, a pesar de que algunos de los que lo apoyaron fueron ni más ni menos que Carles Puigdemont y Artur Mas.

Ahora la fórmula de Junts per Catalunya, con el PDECat como base, descarta, sea como fuere, la agrupación de electores por la lista unitaria del independen­tismo –que ayer había recogido 35.000 firmas de las 55.000 necesarias– y será con la que finalmente competirá con ERC y la CUP después de que mañana el consejo nacional del partido le dé el visto bueno. Entre sus candidatos se da por hecho que figurarán los exconselle­rs del PDECat detenidos en Madrid y desplazado­s a Bruselas y todo apunta a que también puede estar en la lista el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, entre otros independie­ntes.

Para ERC, que Puigdemont admita que hay otras opciones para Catalunya que no pasan por la independen­cia no representa­n un “retroceso”. De todos modos, el portavoz de Esquerra, Sergi Sabrià, anduvo con pies de plomo durante la rueda de prensa de ayer y afirmó que a su formación le gustaría ver cuál es el “contexto de esta frase”. En todo caso, valoró que Puigdemont haya “cumplido su compromiso electoral”. Por lo tanto, señaló, “no hay dudas” sobre él.

Los republican­os hicieron un acto de contrición y reconocier­on que el Govern no estaba preparado para desarrolla­r la república “haciendo frente a un Estado autoritari­o sin límites para aplicar la violencia”. Con esta afirmación, Sabrià corroboró las palabras de la exconselle­ra de Ensenyamen­t, que este fin de semana argumentó también que el Ejecutivo catalán no estaba listo para “dar continuida­d política de forma sólida” a los resultados del 1 de octubre.

En este sentido, Sabrià quiso dejar claro que los independen­tistas tenían una línea roja que no estaban

JUSTIFICAC­IÓN

Sabrià afirma que no se aplicó la independen­cia ante “un Estado sin límite para la violencia”

CONTRADICC­IÓN

Rufián asegura que con el 21-D se “lucha” para restituir a Puigdemont, pero ERC se desmarca

dispuestos a traspasar: “El de la no violencia”, el de “poner en riesgo” a los ciudadanos de Catalunya. E insistió:“Estábamos a punto de desarrolla­r la república en un contexto diferente al que nos encontramo­s, pero ante las pruebas claras de que esta violencia podría llegar a producirse decidimos no traspasar esa línea roja”. Pese a todo, Sabrià, no aclaró cuáles eran estas evidencias.

En este contexto, y a la espera de que nombres como Carme Forcadell o Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, pudieran completar la lista electoral, Sabrià subrayó que su formación no va a renunciar a sus principios. “Nuestro objetivo es la independen­cia y dar forma a esta república ya proclamada”, remachó.

Con todo, el diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, entró ayer en contradicc­ión con su propio partido, al afirmar: “Nuestra lucha este 21-D es por la restitució­n de las institucio­nes, gobierno y presidente legítimo de Catalunya, Carles Puigdemont”. Consultada por este diario, ERC se desmarcó de la declaració­n de Rufián, indicando que no es la postura de la formación, aunque Esquerra admite que hoy por hoy Puigdemont es “el presidente legítimo”.

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PAU BARRENA / AFP
 ?? ALBA BARRIONUEV­O / ACN ?? Carles Puigdemont, ayer en Bruselas en un acto al lado de Clara Ponsatí y Albert Batet
ALBA BARRIONUEV­O / ACN Carles Puigdemont, ayer en Bruselas en un acto al lado de Clara Ponsatí y Albert Batet
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QUIQUE GARCÍA / EFE Forcadell reaparece.Carme Forcadell presidió ayer la diputación permanente del Parlament, que se reunirá de nuevo mañana para cubrir las vacantes. En su primera aparición tras salir de Alcalá Meco, la presidenta recibió en su despacho una ovación de decenas de empleados

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