Recuperar el Diplocat
Torra frena la disolución del Diplocat y prepara la reapertura de las ‘embajadas’
El Govern de Quim Torra ha frenado la disolución del Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya, el Diplocat.
El Govern no sólo tiene intención de recuperar la estructura en materia de política exterior de que disponía antes de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, sino que su propósito es reforzarla. Este es el mensaje que el Gabinete de Quim Torra quiso comunicar después de su reunión de ayer, en la que se dieron los primeros pasos en esta línea con el acuerdo de frenar la disolución del Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat) decretada por el Gobierno español y convocar una reunión del pleno del patronato del consorcio para que sea informado de la situación actual y tome las decisiones pertinentes.
El acuerdo deja sin efecto la designación del órgano liquidador aprobada por el Consejo de Ministros durante la vigencia del 155 –que presidía Aleix Villatoro, entonces secretario general del Departament d’Afers Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència y desde la pasada semana director general de Relacions Institucionals i amb el Parlament– y reconduce la situación creada, porque, “a pesar del inicio del proceso de liquidación”, los órganos de gobierno del Diplocat “siguen activos” en la medida en que “el consorcio no ha perdido su personalidad jurídica”, según argumenta el Govern. Y, en consecuencia, la voluntad es “reconducir el proceso liquidador al marco normativo que era de obligado cumplimiento y retornar al pleno del patronato las potestades que le corresponden, como único órgano competente, para decidir sobre la supresión establecida por el Gobierno español”. La reunión del pleno del patronato todavía no tiene fecha, pero la idea es que la presida el propio presidente de la Generalitat a fin de realzar la importancia del evento.
El Diplocat, creado en el 2012 como sucesor del Patronat Catalunya Món, que a su vez lo era del Patronat Català Pro Europa, es un consorcio público-privado compuesto no sólo por la Generalitat, sino por otras instituciones como los ayuntamientos y las diputaciones de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona, el Ayuntamiento de Vielha, el Conselh Generau d’Aran, la Associació Catalana de Municipis (ACM) y la Federació de Municipis de Catalunya (FMC), y también por entidades económicas y sociales y universidades y centros académicos. Algunos de estos miembros del consorcio, como el Ayuntamiento de Barcelona o la ACM, llevaron la disolución a los juzgados, por entender, entre otras razones, que el acuerdo del Gobierno español era una “chapuza” que no respetaba que el pleno del patronato era el único que podía decidir el futuro de la entidad. Y esto es lo que el Govern ahora ha frenado, a la espera de ver cómo y cuándo se concretan las consecuencias de la medida, que tiene como objetivo volver a poner plenamente en marcha el Diplocat y recuperar al personal que trabajaba en él y que fue despedido.
La intención del Govern es que todo ello pueda ocurrir cuanto antes mejor, así como la reapertura de las delegaciones en el extranjero –las coloquialmente llamadas embajadas– que fueron clausuradas y que el Gabinete de Torra también está preparando. “Se tienen que resolver una serie de trámites técnicos, en el caso de las delegaciones volver a crearlas, pero estamos trabajando en ello y los resultados se verán pronto”, precisó la consellera de Presidència, Elsa Artadi, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu.
Lo que ya se ha concretado es la carta que el presidente de la Generalitat anunció que enviaría a los mandatarios europeos para explicarles el momento por el que atraviesa Catalunya y que les remitió formalmente ayer. Una misiva en la que reafirma la apuesta del Govern, “en una situación anómala de conflicto abierto entre las instituciones catalanas y el Estado español”, por el diálogo y la negociación y en la que deja claro que “los valores europeos continuarán siendo el eje vertebrador de su actuación”.
El diálogo con el Gobierno español está pendiente, entre tanto, de la reunión que Torra tiene que mantener con Pedro Sánchez, que todavía no tiene fecha ni orden del día, pero que ya han empezado a preparar la consellera de Presidència y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet. De momento las dos han hablado por teléfono y la idea es que esta primera entrevista no sirva para “abordar temas sectoriales”, sino, según Artadi, para “conocer la oferta del Gobierno español sobre Catalunya”.
El president envía una carta a los mandatarios europeos en la que explica su apuesta por el diálogo y la negociación
El Consell Executiu restituye al frente de Promoció Econòmica al que fue secretario general de Junqueras
Y en espera de cómo evolucionen los acontecimientos en este terreno, el Govern sigue dando cuerpo a su estructura con nuevos nombramientos. Entre los de ayer destaca la restitución de Lluís Juncà, que fue destituido como secretario general de Oriol Junqueras en Vicepresidència i Economia por la aplicación del 155 y que ahora es el nuevo director general de Promoció Econòmica, Competència i Regulació. Junto a él, Marcel·lí Joan accede a la dirección general de Afers Religiosos; Elisabet Cirici, a la de Urbanisme, y, entre otros, Àngels Ponsa, a la de Cooperació Cultural.