30 millones para la compra de 600 pisos
El bajo ritmo de construcción de vivienda social, del que ayer se hacía eco La Vanguardia, empuja a las administraciones competentes a buscar otras vías para paliar el enorme déficit de pisos protegidos existente en Catalunya, donde más de 116.000 familias están en lista de espera. Prueba de ello es el anuncio hecho ayer, en una entrevista en La Xarxa, por el conseller de Territori. Damià Calvet explicó que el Institut Català del Sòl (Incasol) destinará este año 30 millones de euros a comprar pisos de entidades bancarias procedentes de ejecuciones hipotecarias para incrementar el parque público de alquiler. Las adquisiciones se harán ejerciendo el derecho de tanteo y retracto o mediante compra directa por el Incasòl o a través de la Agència de l’Habitatge de Catalunya. Con esta aportación se espera adquirir unas 600 viviendas, que se sumarán a las 18.000 del parque público gestionado por la Generalitat.
A esta medida hay que sumar los 1.800 pisos que se prevé adquirir gracias al acuerdo entre la agencia y el Institut Català de Finances, que ponen a disposición de ayuntamientos, entidades sin ánimo de lucro y del tercer sector una línea de préstamos preferentes, por un montante de 110 millones de euros, para que ejerzan el tanteo y retracto y pongan en alquiler social los pisos obtenidos. Este año también está previsto comprar 240 pisos a bancos con los 12 millones de euros recaudados en el 2017 con el impuesto a los pisos vacíos.