Arte rescatado
Un total de 23 de las 28 piezas robadas en 1980 por la banda de ladrones de Erik el Belga ya se han recuperado
El monasterio de Sant Esteve de Banyoles mostrará este sábado las figuras de san Cristóbal y santa Anna, dos de las 28 estatuillas labradas en plata pertenecientes a la arqueta del siglo XV robada en 1980 por el ladrón Erik el Belga, de las cuales se han recuperado 23.
Treinta y ocho años después de que la banda de Erik el Belga, considerado uno de los ladrones de arte más prolíficos del siglo XX, robara las 28 piezas de plata de la arqueta de Banyoles, un relicario gótico del siglo XV, las figuras de Santa Ana y San Cristóbal se exhibirán este sábado en su lugar original, el monasterio de Sant Esteve de Banyoles.
El abogado Carles Mascort, encargado de asumir las negociaciones, localizó las estatuillas en enero de este año en manos de dos anticuarios de Bruselas y de Londres que las tenían a la venta por un precio mucho más elevado del que se ha pagado finalmente por ellas, una cifra que fuentes de la operación no han querido desvelar.
El estado –copropietario de la arqueta junto al obispado de Girona– asumirá el coste de la operación y también el de su restauración.
Con estas son 23 las piezas de la arqueta que ya han sido recuperadas (19 relieves de santos, las dos figuras centrales y dos plafones laterales), pero siguen en paradero desconocido cinco estatuillas más correspondientes a las representaciones de los santos Miguel, Pablo, Pedro. Esteban y Bárbara.
La voluntad del obispado de Girona y del Ayuntamiento de Banyoles es poder recuperar la totalidad de las figuras que componían la arqueta, obra creada entre los años 1413 y 1453 por el taller de orfebres Artau de Girona, que contenía las reliquias de San Martiriano, patrón de Banyoles.
Los relieves de Santa Ana y San Cristóbal se hallan en buen estado de conservación; aun así, se procederá a restaurarlos en Madrid, como ya se hizo con las 21 figuras recuperadas entre los años 2005 y 2010.
El abogado que desde entonces asume las negociaciones para devolver a esta pieza de orfebrería a su aspecto original, Carles Mascort, aseguró ayer que está convencido de que los anticuarios que tenían en posesión los últimos relieves desconocían su origen ilícito. Ambos las tenían a la venta y no estaban catalogadas. Las investigaciones apuntan a que fueron compradas en Alemania.
La primera pista sobre el paradero de las figuras de la arqueta de Banyoles llegó en el año 1997, cuando la historiadora y catedrática de arte Francesca Español reconoció dos figuras (Santa Lucía y San Benito) en un catálogo de la casa de subastas Sotheby’s de Londres. Un hilo del que tiró el abogado Carles Mascort para localizar éstas y otras 19 piezas más en Holanda.
Los dos relieves recuperados estaban en manos de dos anticuarios de Londres y Bruselas
Desde el 2010 la arqueta se exhibe nuevamente en el monasterio de Sant Esteve de Banyoles, de donde fue saqueada la noche del 11 al 12 de enero de 1980 por la banda de René Alphonse van der Berghe, conocido como Erik el Belga.
Sus relieves de plata fueron desmontados para venderlos por separado, de modo que los cinco que todavía faltan podrían estar en manos de varios propietarios.
Mascort aseguró que tiene alguna pista sobre el paradero de alguno de ellos, aunque no quiso revelar detalles. A Erik el Belga, que actualmente vive en una localidad de la Costa del Sol, no se le puede juzgar porque el delito ya ha prescrito.