El juicio del 1-O condiciona a partir de hoy el futuro político del independentismo
El Tribunal Supremo acoge un proceso sin precedentes en el que se escuchará por primera vez a los líderes encarcelados hace más de un año
El Tribunal Supremo acoge a partir de hoy el juicio contra los líderes del proceso independentista con un dispositivo sin precedentes en el Alto Tribunal por la relevancia política de las acusaciones y la expectación mediática. Será además la primera vez que se podrá escuchar a los acusados que se encuentran en prisión preventiva desde hace más de un año.
El Tribunal Supremo (TS) ultimó ayer los preparativos del juicio por el caso 1-O, tratando de cuidar los detalles. Sobre todo, los que se refieren a los presos que van a ser enjuiciados. Con una nueva instrucción a las fuerzas de seguridad que intervendrán en los traslados diarios desde y hasta las prisiones a las que han sido destinados los acusados. Se trata de que los presos no pasen por los calabozos de la Audiencia Nacional, como se había previsto en un principio.
El paso por los calabozos se consideraba necesario por lo menos una vez al día, cuando los presos llegaran cada mañana a Madrid para ser conducidos luego hasta el Supremo. En el Alto Tribunal no hay dependencias de este tipo, porque normalmente en ese edificio no se celebran juicios sobre causas con preso. La ubicación de los procesados en los calabozos se veía, por tanto, necesaria para tenerles agrupados antes de conducirles hasta el lugar del juicio, en el Supremo, situado a unos 100 metros de la Audiencia.
El paso por esas dependencias se consideraba también indispensable por el hecho de que el traslado propiamente dicho lo va a realizar la Guardia Civil. En cambio, la custodia y vigilancia de los presos, una vez llegados a Audiencia para ser llevados más tarde ante la Sala de Enjuiciamiento, corresponde a la Policía Nacional. El trasvase de un cuerpo a otro implica ciertos trámites y algún papeleo. Y aquí es donde ha intervenido el Supremo, para instar a las fuerzas de seguridad a que abrevien esa fase de los traslados diarios, y no introduzcan a los presos en los calabozos, sino que los lleven inmediatamente al Supremo. Una vez en el Alto Tribunal, esperarán el inicio de cada sesión de la vista en la misma sala que les ha sido asignada para el almuerzo y en la que podrán reunirse con sus abogados en esas ocasiones y durante los recesos.
Las nuevas instrucciones a las fuerzas de seguridad –junto a las ya dadas en el sentido de que los presos no vayan esposados o no puedan ser fotografiados durante los traslados– persiguen el objetivo de alejar del TS toda imagen de justicia autoritaria y poco respetuosa con los derechos individuales. El Alto Tribunal también ha querido cuidar especialmente el protocolo que se observará con el president Quim Torra y los miembros del Govern que le acompañarán. Torra y los consellers se situarán en la primera fila de público, en el centro de la Sala, tras ser saludados por el presidente del tribunal y, posiblemente, por el del propio Supremo.
El Alto Tribunal intenta evitar con sus decisiones toda imagen de justicia autoritaria