MÁS DE 2 MILLONES DE COCHES USADOS
EN EL 2017 SE VENDIERON EN ESPAÑA 2.277.000 TURISMOS DE OCASIÓN, SEGÚN LOS DATOS DE LA PATRONAL GANVAM. CASI UN MILLÓN MÁS QUE LOS COCHES NUEVOS, NADA MENOS. ESO SÍ, PREOCUPA QUE EL 60% DE ESAS VENTAS SEAN COCHES CON MÁS DE DIEZ AÑOS DE ANTIGÜEDAD.
El negocio de los automóviles de ocasión sigue siendo muy importante para el entorno de la automoción. Permite un entramado de pequeñas empresas dedicadas a este mercado y además sirve también para que los concesionarios canalicen automatriculaciones e incentiven a sus clientes con la recogida de sus vehículos antiguos.
Si en España ese mercado es importante, en Galicia todavía lo es más. El año pasado fueron 114.775 vehículos los que cambiaron de mano, lo que coloca a Galicia con un 5,8% de cuota del mercado español, mientras que en vehículos nuevos nuestra comunidad solo ostenta el 3,5%. Los gallegos, está claro, seguimos siendo de comprar usados.
Las previsiones para el 2018 siguen siendo buenas para los usados y según Ancove (Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos) el pronóstico es que este año el mercado crecerá todavía un 8,5% más.
Si las expectativas son buenas en términos generales, no es lo mismo el análisis profundo de las ventas, ya que sigue siendo preocupante que el 60% de ellas sean todavía de vehículos con una antigüedad superior a los diez años. Y además, como dice Ancove, con ventas sobre todo entre particulares o pseudoprofesionales que se hacen pasar por particulares. Hay que reseñar, tal y como observamos en el cuadro anexo, que el crecimiento de las ventas, a pesar de todo, aumenta más entre los vehículos de menos de tres años que entre los de más de diez, sin duda incentivado por los numerosos kilómetro cero y seminuevos que los concesionarios pusieron en el mercado el pasado año.
ENVEJECIMIENTO DEL PARQUE
Según el director general de Ganvam, Tomás Herrera, «aunque el mayor ritmo de crecimiento lo registren los usados más jóvenes, lo que es sin duda un síntoma de que la salud de nuestro mercado de ocasión mejora, no perdamos de vista que casi seis de cada diez coches de segunda mano tienen todavía más de diez años. Reducir ese margen implica ayuda externa en forma de programas de achatarramiento». Hay que tener en cuenta que esos vehículos de más de diez año suponen un doble riesgo, porque contaminan notablemente más que los vehículos modernos y además gozan de menos medidas de seguridad, y en muchos casos de un estado de conservación precario.