MARÍA EDITE SANTOS
LLEVA AÑOS TRATANDO DE DEMOSTRAR QUE DE SUS ENCUENTROS ÍNTIMOS CON JULIO IGLESIAS NACIÓ SU HIJO JAVIER. HABLAMOS CON MARÍA EDITE SANTOS.
La madre de JAVIER SANTOS, presunto hijo de JULIO IGLESIAS, se sincera.
Está más cerca que nunca de conseguir demostrar su verdad: que su hijo Javier Santos lo es también del cantante Julio Iglesias. Nos citamos con María Edite Santos en el corazón de Madrid para que nos cuente cómo fue aquella historia de amor y qué sensación tiene ahora que el test de ADN deja claro que Javier es un Iglesias. ¿Cómo y cuando conoció a Julio Iglesias? Fue en 1975. Estaba recién llegaba de Portugal y coincidimos en una sala en Tarragona, donde yo era bailarina y él cantaba. Desde el principio, hubo una química muy fuerte entre ambos. ¿Cómo fueron los primeros encuentros? Él insistió muchas veces, llamando a la sala donde trabajaba. Un día, hablamos y comenzamos a quedar en una casa de su propiedad. Al principio, me sorprendí, porque no era una casa vivida. No había fotos ni objetos decorativos… ¿Cuántos encuentros mantuvieron? Alrededor de diez. Esporádicos. ¿Cómo era Julio en esa época? La verdad, es que muy caballeroso, cariñoso y detallista. Un conquistador nato. ¿Sabe que circula una leyenda que dice que se ha acostado con más de 3.000 mujeres? Bueno, creo que es más leyenda que realidad. ¿Y cómo era él en la intimidad? No te voy a dar detalles, pero estaba bien. ¿Lo suyo fue sexo por sexo o hubo algo más? Nosotros hacíamos el amor. ¿Llegó a enamorarse de Julio Iglesias? Nunca me enamoré. Ni de él ni de nadie. Mis únicos amores son mis hijos. ¿Se planteó alguna vez mantener una relación estable con Julio? No. No me dio tiempo. Todo pasó muy rápido. ¿Por qué y cuando se terminó su relación?
Nunca me enamoré, ni de Julio Iglesias ni de nadie
Un día, Isabel Preysler vino a verle a la sala donde trabajábamos, y cuando yo pregunté quién era aquella mujer, me dijeron que era su esposa. Me enfadé mucho y nunca más quise verlo. ¿No sabía que él era un hombre casado? No. Julio no era tan famoso en esa época como ahora y, como yo no vivía en España, no lo sabía. ¿Cuándo se enteró de que se había quedado embarazada? A los dos meses. Nunca me hice un examen médico. Simplemente, lo supe y tire para adelante. ¿Y cuándo se lo dijo? Nunca más volví a tener contacto con él. Date cuenta que, en aquella época, era más complicado. No había móviles ni Internet. Cuando mi hijo tenía un año, Julio se reencontró con mis antiguas compañeras y, a una de ellas, le preguntó por mi: «¿Dónde está la portuguesiña?» –así me llamaba él–, preguntó. Mi amiga le dijo que yo había tenido un hijo suyo. ¿Y cuál fue su reacción? Según me contó mi compañera, él cambio de tema y no preguntó nada más. ¿Cuándo decidió que era el momento de decirle a su hijo quién era su padre? Fue muy complicado. Yo tenía 20 años cuando tuve a Javier. Esperé a que tuviera 13 años y, con la ayuda de una buena amiga que siempre me apoyó dándome trabajo en un restaurante –después de quedar embarazada me tuve que retirar del baile–, se lo dije. Al principio, lo pasó muy mal. Y los primeros años fueron muy difíciles. Incluso sufrió bullying en el colegio. Pasan los años y, a principios de los 90, cuando Javier era menor de edad, usted interpone la primera demanda de paternidad contra Julio Iglesias. ¿Por qué?
Yo fui a ver a Julio, con mi hijo, a un concierto en Valencia. Ingeniándomelas, logré entrar a la zona de camerinos y, en lugar de encontrarme con él, vi a su padre. Le dije que Javier era su nieto y que quería verle. Inmediatamente, me echaron de malas formas. Me sentí tan humillada, que decidí que era el momento. Aquella demanda, a pesar de darle la razón, fue anulada por un tribunal por defectos de formas. Yo había ganado en primera instancia y, en el recurso, Julio presentó tres testigos que aseguraron que se habían acostado conmigo cuando me quedé embarazada. El juez les creyó y anuló la sentencia. Me vine abajo y allí comenzó mi declive. ¿Qué sucedió? Me sentí muy mal. Caí en una gran depresión e, incluso, trate de quitarme la vida. No entendía por qué la justicia no me daba la razón. Hubo mucha gente, también medios de comunicación, que me atacaban sin piedad. Incluso, llegaron a decir que era una prostituta. ¿Quiénes han sido sus grandes apoyos durante estos años? Han sido años muy complicados, pero mis hijos han sido mi gran apoyo y mi estímulo para seguir luchando. De hecho, comencé a estudiar Derecho cuando revocaron la primera sentencia para entender por qué había pasado todo esto. Ahora, un juez ha admitido su demanda. ¿Qué es lo que espera? Que se haga justicia. Para nosotros, ya el hecho de que las pruebas que se cotejaron con el ADN de Julio José hayan dado un 99.9 de fiabilidad es un triunfo. Ha sido el mejor regalo. ¿Buscan fama o dinero? Nosotros nunca quisimos ser famosos. Lamentablemente, tuvimos que recurrir a los medios para que nuestra historia se conociera. En relación al dinero, no te voy a mentir. Por supuesto que reclamaremos lo que le corresponda a Javier. Él es uno más, como sus hermanos. ¿Qué planes de futuro se ha marcado? Me gustaría reeditar el libro que ya escribí en su momento, contando todo lo que he pasado desde entonces y con el final feliz. Un final donde triunfará la verdad. ¿Guarda rencor a Julio? Le he perdonado, aunque no olvido lo que he pasado. Cuando le ve posando con sus hijos, vestidos de blanco, ¿qué piensa? Que es una gran fachada. Alguien que es un buen padre no hace lo que él hizo. Si pudiera verle de nuevo y tenerle cara a cara, ¿qué le diría? Le daría las gracias por darme a mi hijo. Y le diría: «Julio, ¡ya está bien!». Es la hora y el tiempo para cumplir con tu deber de padre. Me gustaría que conociera a Javier. Mi hijo no pidió ser su hijo, pero esa es la realidad. Javier es un Iglesias.
Nunca quisimos ser famosos, pero tuvimos que recurrir a los medios
¿y cómo es él? “La verdad es que Julio era muy caballeroso, cariñoso y detallista. Un conquistador nato”.
ESTILISMO: MAR RUZAFA VESTUARIO: TERIA YABAR STEVE MADDEN
“Mantuvimos unos diez encuentros esporádicos. No voy a dar detalles, pero estaba bien”, dice Edite sobre su relación con Julio. A la izda., junto a su hijo. en la intimidad