QUIERE QUE LA BESES MÁS
¿Estamos perdiendo la costumbre de pegarnos largas sesiones de morreos? Pues al parecer, sí. “Y es una pena, porque el ‘sexo de pasillo’ (los besos, las caricias, los recibimientos) es básico para recargar las pilas sexuales de la relación”, afirma Sánchez. Bésala durante dos minutos. Es el tiempo mínimo para que los receptores nerviosos de los labios liberen neurotransmisores del placer, y para que aumente la producción de testosterona, lo que potencia la libido. Y asume de una vez que los besos no tienen por qué llevar al sexo: así dejarás de tener prisa.
No le gusta perder el tiempo besándome. Lo hace si se lo pido, pero apenas usa la lengua… Y yo lo que quiero es que me agarre y que me bese durante horas.