La salsa perfecta
Es bien conocido que para evitar la acidez en la salsa de tomate se le añade una cucharada de azúcar, pero también hay otras cosas que funcionan. Por ejemplo, ralla un poco de zanahoria sobre la salsa y remueve al fuego. También puedes añadir una cucharadita de ketchup, siempre que sea de una marca que te garantice calidad.