Aromatizante del nuevo mundo
La vainilla natural aguanta bastante tiempo y se puede emplear más de una vez, siempre que se mantenga en un bote hermético de cristal y en un lugar seco y fresco. Lo mismo ocurre con la vainilla artificial o vainillina. Los aztecas precolombinos la utilizaban para aromatizar el chocolate y fueron los colonizadores los que la trajeron a Europa. Pronto, además de destacar su empleo como aromatizante, se descubrieron sus propiedades digestivas y tranquilizantes.