CONDENADOS A ENTENDERSE

La convivencia entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg es cada vez más tensa

Lewis Hamilton y Nico Rosberg compiten desde hace tantos años que resulta complicado establecer el punto en el que estalló definitivamente su rivalidad irreconciliable. En la actualidad, su relación atraviesa una etapa especialmente tensa, pero no les queda otra que cohabitar con ello.

En el GP de Hungría pasó de todo. Desde una denuncia de Hamilton, aportando pruebas a modo de evidencia, para que le quitasen la pole a Rosberg atendiendo a que la había conseguido tras no bajar su ritmo con bandera amarilla en pista, hasta una comparecencia posterior a la carrera donde la tensión entre ambos apenas pudo ser disimulada.

“Nico solo perdió una décima, si con eso sirve, está bien saberlo”, dijo Lewis al respecto ante la prensa. Y entonces Rosberg, tocando el hombro del británico, respondió con un “gracias por tus declaraciones, ahora voy a dar mi respuesta”, antes de explicar que había perdido hasta 20 km/h en aquella acción.

Mientras hablaba Rosberg, Hamilton apenas podía esconder su pícara sonrisa, denotando su desacuerdo con lo que escuchaba.

Nuevo capítulo en breve

En años anteriores, la relación entre Hamilton y Rosberg ya había vivido episodios que demostraban su rivalidad, pero en el presente curso está alcanzando su punto álgido.

Al inicio de este Mundial todo marchaba bien para Rosberg, que parecía haber tomado el camino correcto hacia el que tenía que ser su primer Mundial, pero Hamilton ya le ha remontado una ventaja que llegó hasta los 43 puntos, y ahora es el británico quien tiene todo de cara para conseguir el campeonato.

Y con el británico ya por delante esto no para, ya que el próximo fin de semana llega el GP de Alemania, donde Rosberg jugará esta vez como local.

En cualquier caso, donde se frotan las manos es no solo en el equipo Mercedes, sino en la dirección de la propia Fórmula 1, ya que la rivalidad entre los dos constituye un punto de pimienta necesario ante lo desaborido de la supremacía de las ‘balas de plata’ respecto al resto de la parrilla