Potrero y jogo bonito marcan la historia del Barça
El duelo entre Messi y Neymar recuerda la magnitud de los brasileños y argentinos que han sido azulgranas
La escuela holandesa ha marcado el plan futbolístico del Barça en las últimas décadas, como antes lo hizo la húngara. Pero ha habido otras influencias de patrias futboleras que, aunque sea más por la fuerza de sus individualidades, también forman parte de la gran historia del club. El partido que disputaron de madrugada la Brasil de Neymar y la Argentina de Messi refresca la memoria sobre la magnitud de algunos de los nombres que vistieron de azulgrana, siendo unos herederos del ‘jogo bonito’ y otros, del ‘potrero’.
El término ‘jogo bonito’ suele atribuirse a Didí, aquel virtuoso brasileño campeón del mundo en 1958 que pasó de puntillas por el Real Madrid de Di Stéfano. El vínculo del futbolista argentino y el ‘potrero’ aparecía ya en las páginas de ‘El Gráfico’ en los años 20, para diferenciarlo del ‘football’ británico, al que el redactor Borocotó asociaba a la disciplina, el método y el colectivo, frente a la individualidad, la habilidad y la picardía del ‘pibe’ de calle. El Barça tiene hoy en sus filas a un brasileño con una tendencia natural al adorno técnico, Neymar, y a una versión híbrida y vanguardista del talento innato del ‘potrero’ con la influencia del juego de escuela, Messi.
Desde el primer argentino que jugó en el Barça, Mariano Pedro de Roma Bori Viaud, han pasado más
Evaristo, Maradona, Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho. Alves, Mascherano...
de una veintena por el club. Fausto dos Santos inauguró la presencia brasileña, que roza la treintena. No todos son ilustres, pero sí hay figuras suficientes para formar dos alineaciones completas de los brasileños y de los argentinos del Barça que podemos ver en los gráficos de esta página, en ese futbolero juego de mezclar épocas y retorcer demarcaciones para que quepan los nombres más pintureros. Muchos son leyendas (Evaristo, Maradona, Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho. Alves, Mascherano) y otros quedan fuera del elenco aún habiendo hecho historia, como Belletti, autor del gol de la segunda Champions. En el equipo virtual brasileño-argentino que MD ha formado no está Ronaldo. Por nivel, sin duda merece un sitio, pero como incluso en este divertimento sólo caben once y él mismo renunció a su lugar en la gran historia culé, el nombre a tachar no iba a ser el de Evaristo, aunque también jugara en el Madrid