El secreto de Del Potro
Argentina recibió ayer como héroes al equipo que conquistó la Copa Davis ante Croacia (2-3), Con Juan Martín Del Potro a la cabeza. El ex nº 4 mundial comenzó la temporada en el puesto 1.042 del ranking y necesitaba ‘wild cards’ para jugar en torneos ATP. Había sufrido tres operaciones en la muñeca cuando vivía su mejor momento. ‘Delpo’ estuvo a punto de tirar la toalla, pero decidió seguir adelante y ahora es el ídolo indiscutible de Argentina.
Su historia ha conmovido al país y al mundo. El propio Rafa Nadal asegura que es un ejemplo a seguir. “El nivel que tiene no hace falta que lo demuestre. Todo el mundo sabe que, si él está sano, es de los mejores del mundo, sin ninguna duda”, afirmó el balear.
Un ejemplo de superación
Desde Argentina se está viviendo el ‘boom Del Potro’ como el mejor ejemplo de superación. El diario ‘Clarín’ publicó que fue el kinesiólogo Diego Rodríguez, encargado de tratar al tenista en esta última etapa, quien le convenció de que no se retirase cuando sus fuerzas parecían abandonarle.
Diego fue quien le quitó el dolor en la muñeca para poder jugar la Copa Davis y quien le dio la fuerza mental que necesitaba, aunque él prefiere dar todo el mérito al tenista. “No soy yo, es él. Es fruto de un trabajo en equipo basado en la confianza, la humildad, el perfil bajo y el concentrarse todos en el proceso y no tanto en los resultados. La suma de todo eso, más el talento enorme de estos jugadores que son los mejores del mundo, ha hecho que se alcanzara un logro tan importante que trasciende el deporte y se convierte en un ejemplo de trabajo. Y si pudiéramos aplicarlo a todos nuestros ámbitos de vida, alcanzaríamos muchos otros triunfos simila- res”, afirma. Diego Rodríguez fue el kinesiólogo de David Nalbandian durante diez años y de José Acasuso. “Juan aceptó cambios en la metodología de trabajo. Fuimos trabajando prioridades: primero, sacar el dolor de la mano, porque le costaba mucho pegar de revés; luego, trabajar todo su estado físico y llegar a fin de año en condiciones de enfrentarse a un número uno. ¿Ahora? ¡A disfrutar! El alto ritmo de esta actividad no nos lo permite casi nunca. Así que ahora vamos a descansar y luego analizaremos los objetivos para 2017. Aunque va a ser muy difícil igualar este final de 2016”, apunta Rodríguez