El gol del palomero
Dicen que las comparaciones son odiosas. No solo eso. A veces son auténticas blasfemias. A la que Cristiano Ronaldo ha empezado a meter goles intrascendentes, de esos de hinchar la estadística, ya vuelven a sacar pecho los miembros de su corte celestial. Estoy harto de escuchar tantas opiniones de tertulianos que parecen comer de la mano del amo para decir las cosas que dicen.
La comparación, en cuanto al juego, con Messi es absurda. Primero, porque son dos jugadores distintos; segundo, porque no hay color. Leo es mucho más completo, un jugador total. El otro remata, y cada vez con menos esfuerzo. Marca cada vez más el gol del palomero, sin crear nada para su equipo.
Pero incluso en términos de estadística goleadora Messi gana un debate que no debería existir y que no existiría de no ser por determinadas tertulias de vergüenza ajena que están haciendo mucho daño al fútbol. El último estudio establece que Leo necesitó 123 partidos para llegar a los 100 goles en Champions, por 144 del madridista, que además logró 14 de penalti. Leo, 11. En eso, en penaltis, sí le gana, es lo que tiene jugar en el Madrid. Yo estoy de acuerdo con la democracia, pero no con las mentiras de algunos.
Tiene gracia que empiece a marcar goles cuando su equipo ya está descartado para el título de Liga, que de repente ha desaparecido de algunas portadas. Un título que el Barça tiene encarrilado, pero que hará bien de no dar por ganado antes de hora.
Pero, si el título acaba siendo barcelonista, será el momento de contar bien contados los títulos y ver quién ha dominado desde que Messi está en el Barça. Y esa será otra muesca en la indecente comparativa con el de los goles de palomero.
Aprovechemos bien esta tregua en la competición (aunque muchos estén con las selecciones) y tomemos energía para el último esfuerzo