Mundo Deportivo (At. Madrid)

La prueba del algodón

- Pepe Gil-Vernet Barcelona Pepe Gil-Vernet

La aparición fulgurante de Vinícius, el gran momento de forma de Benzema y el sacrificio y equilibrio que aporta Lucas Vázquez le han barrado a Bale las puertas de la titularida­d en la delantera del Real Madrid de Solari. Al menos por el momento.

El técnico argentino, tras un par de meses dando bandazos con las alineacion­es, parece haber dado con la tecla para sacar el mejor rendimient­o de su equipo justo cuando asoma en el horizonte el tramo decisivo de la temporada.

El empate en el Camp Nou y la victoria en el derbi madrileño dan la razón al rosarino al tiempo que atestiguan la mejoría de los blancos. En ambas contiendas, las más exigentes en lo que va de curso, Gareth Bale partió desde el banquillo y saltó al césped en la segunda mitad. 1 2 3

De hecho, tras recuperars­e de la última lesión sufrida en Vila-Real, el Expreso de Cardiff ha sido suplente en 5 partidos y solo salió de inicio contra el Alavés. Su intermiten­te y apática actuación ante el conjunto vasco evidenció que Bale aún no está listo para asumir el liderazgo atacante durante los 90 minutos.

Por eso, Solari parece tener reservado el rol de revulsivo (o jugador número 12) para el galés. La fórmula dio resultado contra el Espanyol y también frente al Atlético, partidos en los que vio puerta partiendo desde el banquillo en sustitució­n de Vinícius.

El brasileño imprime un ritmo y una intensidad que terminan desgastand­o mucho a las defensas rivales, obligadas a correr hacía atrás con mucha asiduidad. Eso, unido a que su explosivo físico no le permite sostener los esfuerzos durante todo el partido, convierten a Bale en su reemplazo ideal para romper partidos

Contra el Barça en la Copa, el ‘11’ blanco ingresó en el terreno de juego en el minuto 64 y aunque estuvo desacertad­o, tuvo llegada y una ocasión muy clara para poner el 1-2.

En el Wanda Metropolit­ano, Solari repitió la fórmula y le salió a pedir de boca. Con ventaja en el marcador y sabiendo que el Atlético se volcaría al ataque en busca del empate, realizó el mismo movimiento: Bale por Vinicius en el minuto 57. El galés dio la razón a su técnico aguijonand­o al Atlético con el 1-3 final.

Emulando a Zidane

Santiago Solari parece seguir los pasos de Zinedine Zidane también en la gestión de la figura de Bale. El Expreso de Cardiff, tras firmar un curso muy irregular, llegó al final de la temporada en un gran estado de forma y con la confianza por las nubes. Sin embargo, el técnico francés optó por reservarle en el banquillo en favor de jugadores de menor rango como Lucas o Asensio, titulares contra el Bayern en las semifinale­s de la Champions. En Kiev el elegido fue Isco y ZZ se guardó la carta de Bale para romper el partido en la segunda parte. Entró en el 61’, marcó la chilena en el 63’ y sentenció el partido 20 minutos después. Si el propio Bale no lo remedia, su rol parece cada vez más claro

LAS CLAVES

NUEVO ROL

Es el revulsivo para romper los partidos en las segundas partes

EFECTO VINICIUS En el derbi, el brasileño desgastó y Bale sentenció

SOLARI, COMO ZZ Zidane empleó a Bale como suplente en la final de Kiev

Superado con buena nota el Everest que se le vino encima contra Barça (1-1) y Atlético (1-3), el Madrid de Solari encara la ida de los octavos de final de la Champions en su mejor momento. El Ajax asoma en el horizonte como uno de los rivales más asequibles, pero haría bien el técnico argentino, muy dado al perfil bajo, en tomar todas las precaucion­es posibles, pues un tropezón le sentenciar­ía. No hay competició­n más propicia para medir las pulsacione­s de los blancos que la Champions, competició­n que explica como ninguna otra su razón de ser. Sabe bien Solari, conocedor como pocos de la heráldica del club, que la particular relación de cada técnico blanco con la Champions marca su futuro y su lugar en la historia del Madrid. Mou tuvo todos los recursos a su disposició­n y tiró la toalla tras estamparse con el muro de las semifinale­s tres veces seguidas. Ancelotti, artífice de la ansiada Décima, fue despedido un año después por quedarse a un gol de la final de Berlín. Y Zidane, que llegó como un parche, hizo historia con tres entorchado­s consecutiv­os. Es la hora de la verdad para Solari

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FOTO: AP Gareth Bale es incapaz de hacerse con un hueco en el once del Madrid y Solari le tiene reservado el papel de revulsivo en las segundas partes
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