70 millones menos
Los jugadores (Coutinho, Verratti, Alexis) ya no juegan siempre donde quieren y, desde luego, no juegan nunca donde no quieren (Arda y Munir)
Alexis Sánchez ha hecho todo y más para irse del Arsenal (al City) y se ha tenido que quedar en Londres. Ryad Mahrez incluso abandonó la concentración de Argelia para cerrar un nuevo destino, pero sigue en el Leicester City. ¿Y que decir del lío que le montó Verratti al PSG para poder venirse al Barça? ¿Y lo de Coutinho con el Liverpool? Bellerín, más discreto, también apretó a Wenger con la idea de volver al Camp Nou. Y tampoco, allí sigue. En el Emirates.
Hubo un tiempo no lejano, en el que los jugadores, los mejores jugadores, decidían donde jugaban. Si sus clubs se ponían duros, ellos más. Apretaban tanto las tuercas, que antes de que se pasaran de rosca los equipos preferían venderles que mantenerles a disgusto en la plantilla. Al final, todo el mundo tenía un precio y alguien dispuesto a pagarlo. Desde este año, no. Las grandes entidades, en todas sus versiones (sociedades anónimas, jeques y/o países), tienen dinero para aguantar el tirón y no ceden.
Este mercado, además, no ha ofrecido otros matices. Hablamos salidas. Con las fichas que cobran los futbolistas de los mejores equipos, nadie se quiere marchar perdiendo dinero. Y muchas veces, ni sin perderlo. Por ejemplo, Arda Turan a quien ni los GEOS podrían haberle sacado del Barça. Sebe que no cuenta más que para tener dorsal ( y lo tiene para evitar que la AFE le monte un lío al Barça) pero prefiere quedarse cortando el cupón a las puertas del estadio que ganarse la ficha en cualquier otro sitio. En su casa.
El turco llegó al Barça en 2015 previo pago de 35 millones al Atlético. Le convenía, por lo que fuere, a Luis Enrique y le convenía, por las elecciones, a Bartomeu. Nunca ha sido ni la sombra de lo que fue en el Calderón. Sea porque al principio no le ponían en su sitio, sea porque se acomodó, la cruda realidad es que en su etapa barcelonista, no ha hecho más que bulto. Aún así, a finales de 2016, pudo salir en condiciones más que ventajosas.
El Barça admite hoy que un club chino, antes de cambiar la normativa, ofreció 50 millones por el pase y un salario de 12 millones al futbolista. Arda rechazó la propuesta como descartaría en el último día de mercado al Galatasaray. Una ruina a todos los niveles. No ha sido la única. Sin llegar a tanto, Munir, que sólo aceptaba cesión, se negó a ser traspasado al Zenit de San Petersburgo y al Crystal Palace de Frank de Boer. Sobre la mesa 20 millones, que con los 50 de Arda son 70 millones menos