Valverde sigue matando al rival al contraataque
Cuando Guardiola entrenaba el Bayern, Luis Enrique se sentaba en el banquillo y Neymar jugaba en el Camp Nou, Pep dijo que el contraataque del Barça era el mejor del mundo. No se equivocaba. Él está en Manchester, Neymar en París y Valverde es el entrenador del Barça. Han pasado tres años y muchas cosas pero, mira por donde, tras cinco partidos de Liga y uno de Champions, el Barça sigue rompiendo los partidos al contraataque. Ojo al dato: de los
20 goles marcados en estos partidos, 11 se han fabricado aprovechando un contragolpe. Así fue el de la victoria en Getafe, dos tantos ante el Espanyol, tres ante el Eibar y también los tres tantos ante una defensa tan experimentada como la de la Juventus. Dos reflexiones: cuando parece que el Barça de Valverde ha vuelto al fútbol de tiqui-taca más paciente, resulta que mata al rival en los momentos que, por cansancio o por necesidad, su sistema defensivo está más abierto. Y, segunda, se mató a Luis Enrique por aprovechar este legítimo y letal recurso futbolístico. Esperemos que a Valverde no se le obligue a pedir perdón por marcar tantos goles de esta guisa. Al fin y al cabo, un gol es un gol