Eusebio destroza las estadísticas
El equipo rojiblanco suma tres puntos más que la temporada pasada
El Girona de Eusebio Sacristán vence y convence. El entrenador de La Seca ha conseguido encontrar en el sistema que impuso Pablo Machín, el 3-5-2, la comodidad de sus futbolistas, pero sobre todo la seguridad defensiva a partir de la que poder empezar a atacar.
Después de conseguir un punto en las dos primeras jornadas (0-0 ante el Valladolid y 1-4 ante el Madrid) con el 4-3-3 más típico de Eusebio y de que surgieran las dudas en algunos sectores de la afición, el técnico optó por regresar a aquello que tan bien ha funcionado en las últimas temporadas.
La victoria por la mínima en Villarreal llenó de confianza al vestuario, que sigue creyendo que es capaz de poder competir contra quien sea. Ante el Celta, un rival al que como al ‘submarino amarillo’ le gusta jugar por dentro, Eusebio repitió sistema y el resultado fue el mismo, compactos atrás y eficaces de cara a portería.
Con siete puntos de doce posibles, el Girona ya ha superado el mejor arranque de su historia en Primera. Dos victorias, un empate y una derrota, ante el Real Madrid, en los primeros cuatro encuentros de Liga, mientras que la temporada pasada tan solo pudieron sumar cuatro puntos de doce.
El siguiente encuentro que disputarán los gerundenses será este domingo ante el Barça en el Camp Nou pero, aunque los azulgrana superen al Girona, el inicio seguirá siendo mejor que el de la campaña anterior, puesto que en la quinta jornada no pasaron del empate (0-0) ante el Leganés.
Dos gafes rotos
El 3-2 del lunes en Montilivi no sirvió solo para colocar al Girona en posiciones europeas o mejorar el registro de la temporada anterior. Uno de los alicientes con los que partía para este encuentro el conjunto gerundense era el de romper dos estadísticas malas. La primera de ellas era la racha de siete partidos consecutivos sin poder ganar como local, pues el Girona no lo hacía desde el mes de marzo cuando se impuso al Deportivo por 2-0. Por otro lado también consiguió, por primera vez desde que compite en Primera, ganar después de un parón de selecciones, algo que se le había atragantado hasta en cuatro ocasiones