Mano de santo
El portero alemán fue el perfecto bálsamo para que las carencias del Barça no acabasen en derrota
Marc-André ter Stegen (26 años) salvó ayer al Barça en San Mamés. Una vez más, el portero alemán fue un seguro de vida para su equipo, algo que evidenció, sobre todo, con dos paradones, uno en la primera parte y otro en el minuto 80 a envenenado y cercano disparo de Iñaki Williams, el mejor de su equipo.
Ter Stegen saltó al campo sabiendo que debería emplearse a fondo con los pies. El Athletic de Bilbao siempre presiona la salida de balón del Barça y más cuando juega ante su animoso público. Así, el alemán se convirtió en el habitual apoyo de Sergi Roberto, Piqué, Lenglet y Semedo cuando se veían acuciados por la presión de los puntas locales. En una de esas veces en que tuvo que sacar el balón con los pies, en el minuto 16, su desplazamiento en largo fue defectuoso y el Athletic lo convirtió en una ocasión de mucho peligro. Desde fuera del área, Susaeta se sacó un gran disparo con la zurda que Marc-André, a mano cambiada, desvió a córner dejando la fotografía de una de las paradas de la temporada. Su majestuoso vuelo fue la mejor acción de la primera parte.
En la segunda parte, Ter Stegen vivió más tranquilo los primeros 25 minutos, en los que el Barça puso cerco a la portería de Herrerín. Sin embargo, en el tramo final del partido el equipo vasco aprovechó los espacios que dejaba el equipo azulgrana para armar peligrosas contras. En una de ellas, en el minuto 81, Iñaki Williams se quedó solo ante Marc-André. Solo. Su disparo a media altura encontró una magnífica respuesta en los reflejos del alemán, quien interceptó el balón con su guante derecho, y en su fuerza, dado que el pelotazo no pudo doblar la manopla y salió despejado fuera del alcance del resto de atacantes del Athletic.
Antes del final del encuentro, de nuevo Ter Stegen tuvo que emplearse a fondo, de nuevo ante Williams. En esta ocasión, su disparo fue más sencillo pero el portero alemán volvió a demostrar aplomo y seguridad.
En lo que pasó algún problema el arquero barcelonista fue en algún centro lateral. En uno, tras un saque de córner lanzado desde la esquina de su derecha, su despeje de puños no fue acertado y el balón se fue hacia atrás. Por fortuna, ningún rematador del Athletic pudo cazarlo. Fue uno de los pocos lunares en el partido de Ter Stegen