Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Quintana recuperó el jersey rojo de líder tras una exhibición en el mítico ascenso a Lagos de Covadonga ETAPÓN DE NAIRO
El colombiano ganó la etapa y aventaja en 57” a Valverde y 58” a Froome, que se recuperó de una pájara
Nairo Quintana se ganó ayer un lugar en la historia del ciclismo con una espectacular victoria en los Lagos de Covadonga, final de la 10ª etapa de la Vuelta a España, tras la que recuperó el jersey rojo de líder que la víspera le había arrebatado el catalán David de la Cruz (Etixx) y ahora tiene 57 segundos de ventaja sobre su compañero del Movistar Alejandro Valverde y 58 sobre Chris Froome (Sky), quien protagonizó una épica remontada en los últimos kilómetros cuando parecía hundido al inicio del coloso asturiano.
Tras un gran trabajo del Movistar, el colombiano se exhibió en la ascensión a los Lagos, donde primero descolgó a Froome, después a Contador y se fue a por la victoria recogiendo cadáveres de los 16 integrantes de la fuga del día, que se formó en el kilómetro 71. Con un tiempo final de 4h50’31”, Quintana aventajó en 24 segundos en la meta al holandés Robert Gesink (Lotto Jumbo), uno de los supervivientes de la escapada, en 25 a Chris Froome, en 28 a Alejandro Valverde, que entró con Omar Fraile (Dimension Data) y Michele Scarponi (Astana), y en 1’05” a Alberto Contador (Tinkoff), quien al final pagó el esfuerzo de querer aguantarle el pulso al colombiano.
La escapada inicial consentida de 16 corredores tardó más de lo habitual en formarse por una primera caída en el km 6 del colombiano Darwin Atapuma y otra colectiva en 15 que obligó a abandonar a Kévin Reza, Markel Irizar y Bartosz Huzarski. En la escapada, de 16 hombres, entraron los españoles Luis Angel Maté (Cofidis) y Omar Fraile (Dimension Data) y Ben Hermans (BMC), 21º a 4’21” del líder, y Fabio Felline (Trek), 27º a 4’53”, como los mejor colocados en la general.
La fuga prosperó y alcanzó más de 5 minutos sobre el pelotón, tirado por el Etixx. A 40 km de meta, llegó el primer puerto del día, el Alto del Mirador del Fito (1ª), que coronaron en cabeza Fraile y Maté, quienes aún marcharon escapados unos kilómetros.
Fue bajando el Fito cuando el Movistar decidió poner ritmo de caza y se lanzó a por los escapados, que llegaron al Santuario de Covadonga, el punto que marca el inicio del mítico puerto de los Lagos, con 2’41” sobre el pelotón. Y en la subida se desataron las hostilidades. Por delante hubo constantes ataques entre los fugados, el más importante a cargo de Robert Gesink (Lotto), y por detrás Rubén Fernández marcó el ritmo preparando el terreno a Quintana.
Froome se descolgó al principio y sólo Valverde, Scarponi, Yates, Chaves y Contador aguantaron el ritmo de Quintana después de que el madrileño intentara dejar al colombiano en la parte más dura. Pero Quintana, que parecía tocado por una varita mágica, decidió marcharse solo a 3 km de la meta y ya nadie le pudo seguir. Contador acabó hundido y Froome, que parecía descartado, resurgió como el Ave Fénix para acabar tercero en la etapa tras Quintana y Gesink