Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
EL GIRONA LOGRÓ UN GRAN
empate, pero fue engañoso, porque lo hizo gracias a una decisión desacertada del árbitro. El partido había sido muy claro para el Barça hasta la tarjeta roja y pasó a ser otra cosa después. Y aún con diez, los blaugrana pudieron ganar (merecieron vencer) sacando el orgullo y acabando agotados por el esfuerzo. Con la entrada de Rakitic y Coutinho, el equipo arriesgó más y el Girona debió meterse atrás y no pudo controlar la posesión. Los hombres de
Eusebio, un buen entrenador, supieron jugar sus cartas, aunque estas estuvieran marcadas por una roja que no fue