Una victoria incontestable

Hacía mucho tiempo que no se veía en Anoeta una superioridad tan evidente entre uno equipo y otro. La distancia entre ambos equipos fue sideral desde el pitido inicial. La Real fue superior en todos los aspectos del juego y hubo momentos en los que el Alavés tenía muchos problemas, incluso, para llegar al centro del campo. La Real, esta vez sí, le imprimió una intensidad al juego ante la cual nada pudo hacer el conjunto albiazul. Pero no solo en esa faceta fue mejor, también en la técnica, con una rapidez en la circulación de balón que desarboló por momentos a un Alavés que no sabía por dónde le daba el aire. Pases precisos, al pie y al espacio, para crear ocasiones muy claras. Fruto de esa mayor insistencia llegó el primero de los goles de la Real, gracias a un cabezazo soberbio de Xabi Prieto. El segundo de los txuri urdin ya son palabras ma- yores. Willian José se inventó una jugada que puso en pie Anoeta. Control de espaldas con sombrero incluido al de- fensa de turno y definición con vaselina. Casi todo lo que intentaba ayer la Real le salía para gozadera de los aficio- nados, necesitados de un triunfo convincente como el de ayer. Todavía hubo tiempo para una alegría más, con el tanto de Carlos Vela tras centro con la derecha de Oyarzabal. Victoria aplastante ante un rival anulado desde el princi- pio hasta el final