La ‘sede’ rival, en el corazón de lo viejo
El ‘Eibartarra’, testigo durante años de todo tipo de derbis, lamenta que el Real-Eibar se juegue un martes
José tiene más derbis a sus espaldas que la mayoría de futbolistas que jueguen hoy en Anoeta. Lleva 20 años ‘disputando’ en primera fila partidos de máxima rivalidad, aunque él ni marca goles ni saca córners. Desde su magnífica atalaya, detrás de la barra del emblemático ‘Eibartarra’ de la calle Fermín Calbetón de la parte vieja donostiarra, este veterano hostelero tolosarra aguarda el partido de esta tarde con la añoranza de que cualquier tiempo pasado fue mejor. La gallina de los huevos de oro de la televisión está aniquilando los verdaderos derbis vascos, los que se jugaban en las horas previas en la calle. Junto a la barra de un bar en medio de una confraternización envidiada de Norte a Sur y de Este a Oeste de la piel de toro.
Durante años, el ‘Eibartarra’ se incrustó, con éxito, en la amplia oferta de la interminable Fermín Calbetón, caracterizado por su sobria decoración y clásica barra de pintxos que resiste sin despeinarse el paso del tiempo al encontrar su oferta el aplauso colectivo de los que no abrazan el ‘moderneo’ de la cocina en miniatura. Desde hace una década, sin embargo, primero en los dos años que coincidieron en Segunda y sobre todo a raíz del ascenso azulgrana a Primera, el bar se ha convertido en centro de peregrinación de los aficionados armeros, para los que tiene su gracia que en el corazón de la parte vieja donostiarra se incruste un bar denominado ‘Eibartarra’.
José, que regenta el local junto a la cocinera, Fran, asiste con media sonrisa a una paradoja que tiene mucho de casual. Primero, porque él no es eibarrés. “Yo soy de Tolosa”, explica el barman a quien el nombre del local le vino dado. “Los dueños sí que son de Eibar pero yo vine a Donostia hace 20 años, los tres primeros trabajé para ellos y luego cogí las riendas del bar. Y se quedó con ‘Eibartarra’”.
El barman, de hecho, admite que él no es muy futbolero como demuestra el hecho de que por no tener, “no tenemos ni televisión”, si bien no renuncia a la idiosincrasia del bar en el que aterrizó proveniente de su Tolosa natal. “A mí me gusta el Eibar”, admite sin disimulo, de igual manera que tiene las paredes del bar engalanadas con bufandas de ‘Eskozia la Brava’ y algún póster de temporadas pretéritas del conjunto azulgrana. “Está claro que tenemos muchos clientes que vienen al bar cuando juegan contra la Real”, explica José, al que las bufandas se las ha regalado el propio presidente de la peña, Joseba Combarro. Y es que pese a la escasa querencia del ‘Eibartarra’ hacia el deporte rey, para los seguidores del conjunto blaugrana la visita a la calle Fermín Calbetón es obligada cuando toca desplazarse a la capital guipuzcoana. “Cuando vienen a Donostia dicen, ‘vamos a la sede’”, relata el encargado de un bar tan entrañable como emblemático.
“Los horarios nos hacen polvo”
Son buenos tiempos para la afición de Eibar, que disfruta del mejor momento de la historia del club y presume de sus victorias en Ipurua sobre la Real. “En estos años ha ha- bido mucha ‘vacilada’ en el bar con las victorias el Eibar en Ipurua, sobre todo la primera, con aquel golazo de Javi Lara”. Y es que José no tiene más remedio que añadir que “ya sabemos que los eibartarras son un poco ‘bilbaínos’”.
El partido de hoy, en cualquier caso, no promete alegrías en el ‘Eibartarra’ ya que “los horarios de la TV nos están haciendo polvo. No creo que venga mucha gente, como mucho después del partido”, señala el hostelero, resignado también a
La peña azulgrana ‘Eskozia la Brava’, le regaló las bufandas que decoran el bar
que el Real-Athletic se vaya a jugar a las 12.00 horas. “Los derbis han bajado bastante”, afirma, echando de menos los duelos de hace no tantos años. “En 2010, el primer RealAthletic después del ascenso de la Real, es el partido en el que mejor caja hemos hecho en el bar en toda su historia”. Si hoy gana el Eibar, quizás José tenga suerte ya que si algún lugar en Donostia es el ideal para que un armero lo celebre, ése es su bar