España desafía la tormenta
La Roja aspira a su segunda estrella alterada por el cese de Julen Lopetegui Fernando Hierro toma el mando de un grupo en el que el trabajo previo ya estaba hecho Una pizca de veteranía, madurez ideal y mucho talento, armas de la selección en Rusia
Conmocionada por el anuncio tres días antes de debutar frente a Portugal de que Julen Lopetegui será el próximo entrenador del Real Madrid y su fulminante destitución como seleccionador, la selección española intentará aislarse del enorme revuelo y centrarse en la cita de Rusia. Fernando Hierro será el encargado de coger el timón y reconducir la nave en las turbulentas aguas para devolver al grupo al buen camino. Se trata de aprovechar el buen trabajo previo ya hecho.
Mezcla de veteranía y un grado de madurez ideal con mucho talento en la columna vertebral es la receta que presenta España para aspirar a colocar encima del escudo su segunda estrella. El combinado nacional espera dejar atrás las etapas de declive (2014) y transición (2016) posteriores a la consecución de dos Eurocopas y un Mundial consecutivos (2008, 2010 y 2012) y recuperar esa esencia y solvencia que maravilló al mundo.
Para ello cuenta con un grupo interesante, liderado por futbolistas con galones como Iniesta, Piqué, Busquets o Sergio Ramos, acompañados por figuras emergentes ya consolidadas en las que se ha puesto muchísima esperanza, caso de Isco, Koke, Saúl, Thiago, Carvajal o De Gea, sin olvidar a otros nombres con experiencia como el de Diego Costa, o con mucha ‘hambre’, como Iago Aspas o el joven Marco Asensio.
Líos aparte, no debería tener problemas España para pasar a octavos de final, aunque en torneos tan cortos cualquier tropiezo se paga. Tras una fase de clasificación impecable y algún amistoso brillante (como el 6-1 a Argentina), Marruecos e Irán se presentan a priori como víctimas de las dos potencias del grupo y lo más lógico es que la primera plaza se la dispute La Roja con la campeona de Europa, la Portugal de Cristiano Ronaldo. Será el partido que abra este grupo B. De pasar ronda, el cruce de octavos ya será otra historia. Lo más lógico es que Rusia y Uruguay sean los selecciones clasificadas (con un ojo en Egipto de Salah). En la anfitriona, por esa condición, radica quizás el mayor peligro.
Para intentar conseguir ese segundo Mundial España tiene el estilo como argumento principal. El buen trato de la pelota es un sello innegociable de este generación que aprendió de los campeones en 2010, de los que todavía quedan supervivientes. Toca plasmarlo en una cita con follón previo pero ilusionante