Las ‘Fan Zones’, listas para animar la final
Abrirán de 10.00 h. a 19.00 h. con actividades y música
Madrid vibrará todo el sábado con la final de la Copa del Rey que disputarán Barça y Deportivo Alavés durante la noche. No obstante, y como siempre en las grandes citas, los seguidores de ambos equipos que lo deseen empezarán mucho antes su particular partido y lo harán rodeado de un ambiente festivo en sus respectivas Fan Zones situadas en los alrededores del Estadio Vicente Calderón, sede la final y que vivirá su último partido oficial.
En el antiguo matadero de Madrid, situado en el paseo de la Chopera 14, zona que quedará acordonada y a la que no tendrán acceso los coches, se encontrará la ‘Fan Zone’ del FC Barcelona, llamativa a simple vista por su gran variedad de cosas por hacer y su colorido totalmente azulgrana. Solo llegar, dos balones gigantes del Barça llaman la atención mientras que, detrás de los mismos, un mural con la fotografía de Messi sujetando la camiseta en el Santiago Bernabéu será una de las grandes atracciones para los fans, que de buen seguro que sacan una instantánea en ella. Para que la gente esté distraída y en un ambiente de gresca, un magnífico escenario pondrá la música desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, hora en la que se terminarán las actividades. Antes, los seguidores culés tendrán simuladores de formula uno, un bar donde refrescarse, una lugar para ganar premios, una ‘FCB Botiga’ donde equiparse e, incluso, una zona donde relajase.
En otro extremo del Vicente Calderón estará la ‘Fan Zone’ del Deportivo de Alavés, muy diferente a la del Barça. Concretamente los vascos se encontrarán en el Parque de la Cuña Verde de Latina, debajo de una gigantesca carpa que intentará dar cabida a la enorme cantidad de vitorianos que viajarán a Madrid, cerca de 25.000. Sin tantas atracciones como en el complejo azulgrana, los seguidores del Alavés, acompañados de la música de un escenario muy imponente, se protegerán en la sombra de las altas temperaturas mientras se sirven bebidas en las incontables barras en las que abastecerse, para que nadie quede sin cubrir sus necesidades