“Hay mucha falta de pedagogía sobre cómo funciona el cuerpo”
Muchas mujeres, seguramente la mayoría, no se plantean si su cuerpo está en las mejores condiciones para tener hijos hasta que tienen pareja y se plantean formar familia. Pero este momento es cada vez más tardío y vemos todos los días mujeres de 38 o 40 años que si se hubieran congelado ovocitos hace algunos años ahora nos daría una “materia prima” más saludable con la que poder trabajar. Las mujeres estamos muy concienciadas sobre algunas cuestiones ginecológicas como la prevención de enfermedades de transmisión sexual, la autoexploración de las mamas y las revisiones anuales, pero no hay mucha pedagogía sobre que nuestro cuerpo puede no estar en sus mejores condiciones cuando queramos tener hijos. Yo recomiendo a cualquier mujer que de los 25 a los 30 años, en sus revisiones anuales, pregunten a su ginecólogo cómo las ven en este sentido. Con una analítica de sangre y una ecografía se puede saber y a partir de ese momento quizá es bueno plantearse la vitrificación (congelación) de unos cuantos óvulos jóvenes y fuertes que quizá le vengan muy bien en el futuro.