FIAT DUCATO NATURAL POWER
Con las restricciones al tráfico por contaminación todo el mundo pone la vista en las versiones eléctricas, pero hoy por hoy las mecánicas GNC, como la de esta Ducato Natural Power, son una realidad para aquellos transportistas que tienen que trabajar en
El gas natural gana adeptos en el transporte urbano.
La Fiat Ducato es uno de los modelos más populares y demandados en el segmento de los furgones de gran formato, donde ofrece un gran surtido de versiones propulsadas mayoritariamente por mecánicas diésel.
Hoy queremos presentar una variante menos habitual, por el momento, pero que sin duda cobrará protagonismo a la vista de cómo se están poniendo las cosas en cuanto a restricciones al tráfico por cuestiones de contaminación ambiental, trabas que esta Fiat Ducato Natural Power se salta olímpicamente gracias a las bajas emisiones que genera su motor propulsado por gas natural comprimido (GNC). Un gas que no se obtiene del petróleo, con grandes reservas en el subsuelo, que además puede generase mediante el tratamiento de los residuos urbanos. Se trata de un combustible limpio en cuanto a los niveles de CO2 (234 gr/km), lo que otorga la consideración medioambiental ECO y le permite sortear las restricciones al tráfico que existen o existirán en los centros urbanos.
Para ello se parte de un motor a gasolina de tres litros, 136 CV entre 2.750 y 3.500 rpm y un par máximo de 350 Nm a 1.500 vueltas, sobre el que ha trabajado la ingeniería de Fiat Powertrain para transformarlo en lo que habitualmente se denominamotor bifuel, capaz de funcionar con gasolina y en este caso con GNC.
Aunque el vehículo cuenta con un doble sistema de encendido y ali-
mentación, para el funcionamiento habitual emplea el gas natural almacenado en cinco botellas, dos de 50 litros de capacidad -equivalentes a 8,5 kg cada una- a las que se añaden otras tres de 40 litros -6,8 kg de gas en cada caso- y que suman un total de 220 litros ó 37,4 kg de GNC.
Esta carga gaseosa confiere a la Ducato Natural Power una autonomía de 400 kilómetros, a los que hay que añadir los 100 kilómetros que nos proporciona un depósito con 15 litros de gasolina como recurso de “emergencia” anta llegar a un punto de carga de gas.
Cinco depósitos
Los depósitos de acero reforzados, ya que el GNC se almacena a 15ºC y a una presión de 200 bares, se encuentran situados entre ambos ejes bajo el plano de carga del vehículo y sin interferir lo más mínimo en la superficie disponible.
El gas se traslada hasta los cuatro inyectores situados en la culata, gestionados estos mediante una centralita electrónica antes de alimentar al motor, La presión de inyección es de tan solo 7 bares, para lo cual antes el gas tiene que pasar por un regulador que se encarga de reducir y estabilizar la presión.
Se trata de un motor muy silencioso comparado con la versión diésel, virtud que llama la atención desde el primer momento. Para los conductores acostumbrados a trabajar con mecánicas de gasóleo se hace raro al arrancar, pues esta bancada Natural Power no tiene el “musculo” inicial que permite ponerse en movimiento sin necesidad de acelerar y con tan solo soltar el embrague.
Hay que tener en cuenta que se trata de un motor a gasolina que requiere movernos a un régimen más alto de revoluciones a la hora de iniciar el movimiento, premisa que se mantiene en todo momento aunque el par motor se encuentre disponible desde 1.500 rpm, pudiendo estirar hasta alcanzar los 3.000 giros.
Fiat Professional establece para estas versiones Natural Power una ve-
locidad máxima de 159 km/h, con un consumo en el caso de la versión de techo normal y chasis medio, como es nuestro caso, de 13,1 metros cúbicos de gas cada 100 kilómetros
Nuestra unidad de pruebas tenía limitada la velocidad máxima a 100 km/h, que es la que se establece cuando el vehículo funciona con gasolina, un condicionante que nos ha limitado a la hora de comprobar las aceleraciones máximas y que por el contrario no ha sido obstáculo a la hora de medir el esfuerzo que este vehículos es capaz de realizar en condiciones de plena carga.
Buenas prestaciones
Con un lastre de 1.000 kg a su espalda, la carga no han supuesto una losa para esta Ducato Natural Power, que alcanza rápidamente el ritmo de trabajo con absoluta solvencia, aunque siempre a un régimen ligeramente superior al de un motor de compresión.
Para dosificar los 136 CV de potencia disponemos de una caja de cambios manual de seis relaciones, con un escalonamiento acertado para cumplir con su misión. En función de la carga transportada este equipo puede ejecutar los cambios entre las 2.000 y las 2.500 revoluciones.
Por lo demás, las capacidades dinámicas de esta versión son idénticas a las que ofrecen el resto de modelos Ducato, con la salvedad de que el efecto de freno motor lo conseguimos a un ritmo ligeramente superior.
Ya habíamos probado con anterioridad diferentes versiones de furgonetas GNC, en algunos casos con motores de más de 4 litros de cilindrada, y esta Ducato Natural Power nos ha parecido una buena solución para aquellos profesionales que se mueven habitualmente en la ciudad, incluso para aquellos que recorren rutas de corta distancia, no solo por lo económico que les resultará el kilómetro recorrido, sino por las prestaciones de un motor que, sin tener el “musculo” que demuestra un diésel a bajo régimen, tampoco resulta una mecánica apática y falta de carácter ya en rodadura.