Amar la Carretera
VF LE PROPONE CUATRO RECORRIDOS PARA UNAS VACACIONES BREVES (PERO INTENSAS) EN LAS QUE PONER A PRUEBA UNA BERLINA DE LUJO
i se va lanzar a un road trip, que sea disfrutando del brillo de la carrocería de unRolls Royce, de la suavidad de la tapicería de unAstonMartin, del espacio de una rancheraChevrolet y del rugido interior del motor de un Jaguar. Los inventores del utilitario (y padres de la industria del automóvil) han creado una berlina superpremium que introduce todos esos elementos en una coctelera vanguardista. ElFordVignale, nombrado así en honor al diseñador industrial italiano de los años cincuenta , convierte
Alfredo Vignale hasta el viajemás corto en unas vacaciones cinco estrellas.
Salga de la Ciudad Condal
tranquilo: su coche es perfecto
para un entorno urbano
porque cuenta con
asistente para detección
de peatones y frenado
automático Active City
Stop. Después ponga
rumbo a la Ciudad Rosa
(apodada así por sus edificios
de ladrillo a la vista). Su primera
parada será un pueblo de piedra,
Besalú (Girona), con castillo y puente
medievales del siglo X. Al llegar a
Toulouse dedíquele una visita al Grand
Hotel Opera o la majestuosa Place du
Capitole: el Vignale, con sus tapicerías
cosidas a mano y su suave tacto de
cuero blanco, es el coche perfecto para
iniciarse en el grandeur de Francia.
Si busca huir del mundanal ruido diríjase a
la localidad de
-
cuyo Palacio de los
Reyes de Navarra es uno de los castillos
dentro del propio monumento.
Y no deje de pasar por las
navarras, un
paraje desértico en pleno norte
de España. Cuando regrese aún
podrá disfrutar del silencio: el
sistema de aislamiento acústico y
mitigación de vibraciones Active Noise
Cancellation se hace cargo.
Antes de pasar la frontera hacia Portugal haga un alto en una meca del art nouveau
y el art déco. Y prepárese para la sorpresa: hablamos de Salamanca y su tesoromás
desconocido, la Casa Lis; todo un espectáculo al anochecer con su estructura de hierro
forjado con vidrieras iluminadas. El Ford Vignale es perfecto para transitar por calles de
ciudades históricas porque el sistema de masaje Active Motion de sus asientos hará que
no sienta bajo sus ruedas ni el empedrado más antiguo. Así que en
unos kilómetros hasta el Palace Hotel Bussaço, en Lusa. Construido a finales del XIX como
residencia de verano del rey
desvíese
es de la misma época que la Casa Lis.