Vanity Fair (Spain)

SEXO, DINERO Y BUNGA BUNGA

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Ruby Robacorazo­nes admitió que recibía dinero por acudir a las fiestas de Silvio Berlusconi. Pero hoy tendrá que desvelar si fue sobornada para negar que mantuvo sexo con el mandatario cuando era menor de edad. La entrevista­mos días antes del juicio.

Sus noches en casa deBerlusco­ni con apenas 17 años estuvieron a punto de llevar al político a prisión acusado de prostituci­ón infantil. Sudefensa a ultranza del magnate y su elevado nivel de vida levantaron las sospechas de la Justicia italiana, que ahora la acusa de habermenti­do ante los Tribunales. ¿Compró Il Cavaliere el silencio de Ruby Robacorazo­nes? ¿Mantuvo sexo con él a cambiode dinero? SORAYAMELG­UIZO entrevista a la joven marroquí a las puertas del juicio.

Si Silvio Berlusconi me hubiera pagado tanto dinero como dicen y yo tuviera negocios en México, no estaría viviendo en Italia, criando a mi hija sola y sin trabajo”, me suelta nada más encontrarn­os Ka rima El Mahroug, quien en un pasado se hacía llamar Ruby Robacorazo­nes.

La joven marroquí se sentará por primera vez en el banquillo de los acusados junto al ex primer ministro italiano. Berlusconi será procesado a partir del 5 de abril por haber pagado a las chicas que iban a sus fiestas, las Papi girls, en su mansión de Arcore, a las afueras de Milán, para quemintier­an durante el proceso que le vio imputado por un delito de prostituci­ón demenores y abuso de poder. El silencio de Ruby, con la que presuntame­nte el ex Cavaliere mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero cuando esta era menor de edad, le habría costado al magnate entre cinco y siete millones de euros según la Fiscalía italiana.

Ruby tiene hoy 24 años, pero ha vivido tantas vidas que parece una mujer mucho más madura. A diferencia de las fotos sexys y en actitud provocativ­a que circulan sobre ella en Internet, su aspecto ahora esmenos exuberante, más natural. Se presenta a nuestra cita en Génova, la ciudad donde vive, con el pelo recogido en una coleta y sin una pizca de maquillaje. Dice que lo peor no son las fotos del pasado, sino los comentario­s y las miradas inquisitor­ias de la gente. “Han investigad­o minuciosam­ete mi vida desde los 12 años hasta hoy y no han encontrado nada. En los teléfonos de las otras chicas a lo mejor han encontrado mensajes sospechoso­s, casas a su nombre, de todo. En mi teléfono no han encontrado un solo cliente. Entonces, ¿cuándo he sido puta? O he sido puta antes de los 12 años, o he sido solo la puta exclusiva de Berlusconi, o no he sido puta nunca”, cuenta indignada mientras gira compulsiva­mente la cuchara de la manzanilla que se está tomando. Se pone muy nerviosa en las entrevista­s, me confesará más adelante. Lo cierto es que viene muy bien asesorada por su abogada, que deberá defenderla en un proceso paralelo al de Berlusconi de la acusación de corrupción en sede judicial. O lo que es lomismo: haber mentido sobre la naturaleza real de sus encuentros con el ex primer ministro italiano para salvar el pellejo del magnate a cambio de un buen pellizco.

El 25 de junio de 2013 tres magistrada­s del Tribunal de Mi lán condenaron en primera instancia a Berlusconi a siete años de cárcel e inhabilita­ción perpetua para ejercer un cargo público por prostituci­ón de menores y abuso de poder. Las jueces considerar­on probado que el entonces primer ministro italiano mantuvo relaciones sexuales conKarima ElMahroug “a cambio de ingentes cantidades de dinero y joyas” cuando esta

“EN MI TELÉFONO NO HAN ENCONTRADO UN SOLO CLIENTE. ENTONCES, ¿CUÁNDO HE SIDO PUTA?”

era aún menor de edad. El Tribunal de Apelación la absolvió un año más tarde porque consideró que Berlusconi no tenía por qué saber que Ruby no había cumplido todavía los 18. En 2015 la sentencia fue confirmada por el Tribunal Supremo, dando carpetazo definitivo al caso. Hasta ahora.

Pero la historia de Ruby comienza mucho antes de que, a finales de octubre de 2010, estallara el Ruby-gate, como se bautizó en Italia al escándalo que hizo temblar —que no caer— al último gobierno de Silvio Berlusconi. En 2001 Karima El Marough dejó Marruecos con su madre y sus tres hermanos pequeños para instalarse en Italia, donde vivía su padre. “En la televisión marroquí las únicas series extranjera­s que se podían ver eran Walker Texas Ranger, una telenovela mexicana llamada Rubí — de la que tomaría prestado su nombre artístico— y el Mariscal Rocca, que contaba las aventuras de un carabinier­e en un pueblo italiano. Yo soñaba con venir a este país y llegar a ser algún día un policía como él”. La realidad fue mucho más cruel. Hija de un vendedor ambulante y una limpiadora, la vida para una niña extranjera en Letojanni, una pequeña localidad costera de Sicilia, no era fácil. Alas burlas de sus compañeros de clase por trabajar con su familia en el mercadillo se unía el carácter autoritari­o de su progenitor. “Un día llegué a casa del colegio yme encontré con un hombre de unos 60 años. Mi padre me dijo que tenía que irme a Marruecos y casarme con él. Pero eso fue lo menos grave”. En ese momento rompe a llorar. A su lado, Daniele Leo, su pareja actual, que no se separará de ella durante toda nuestra charla, la abraza e intenta calmarla. “Fui a los carabinier­i y les conté todo —continúa—. La policía vino a casa a hablar con él, pero cuando se fue, mi padre nos dio una paliza a mí y amimadre, que semetió en medio para defenderme. Poco tiempo después sucedió algo muy grave de lo que prefiero no hablar. Tenía 12 años”. Ese último acontecimi­ento, en el que están relacionad­os dos de sus tíos, fue el empujón definitivo que la llevó a huir del hogar familiar e intentar buscarse la vida por su cuenta.

Durante cinco años vivió en diferentes centros de menores de los que siempre acababa escapando. “Irme de mi casa fue muy difícil, pero ¿quémásme podía pasar? ¿Que subiera

al coche de alguien y me violaran? ¿Que me pegaran? Todo eso ya había sucedido. Si se repetía, al menos no sería por parte de alguien con mi misma sangre”.

Con 17 años, un par de contactos y nada que perder, Karima decidió que abandonarí­a definitiva­mente Sicilia para buscar fortuna en el próspero norte de Italia, que se había convertido para ella en algo así como El Dorado.

Pero poco antes de dejar la isla se presentó a un concurso de belleza local donde conoció a Emilio Fede, el periodista de cabecera de Silvio Berlusconi, que formaba parte del jurado. Fede era un invitado habitual a las cenas erótico festivas del Cavaliere. Tiempo después sería condenado por proxenetis­mo e inducción a la prostituci­ón junto a NicoleMine­tti, consejera regional en Lombardía de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), y Lele Mora, representa­nte de famosos y hombre clave en la vida nocturna milanesa. Según la Justicia italiana, ellos eran los encargados de “reclutar” a las jóvenes para las fiestas de índole sexual del empresario y político. Tres nombres que serían definitivo­s en el futuro de la marroquí. Una vez en Milán, Karima se presentó en la agencia de LeleMora. Este le ofreció un trabajo como azafata de imagen en las discotecas más exclusivas de la ciudad, frecuentad­as por futbolista­s y personajes delmundo del espectácul­o. “En Sicilia ganaba 700 euros al mes de camarera; enMilánme pagaban 200 euros la noche en la discoteca Hollywood por no hacer nada. Me parecía muchísimo dinero. Mi madre trabajaba limpiando casas por cinco euros a la hora”. Todo un chollo para una ragazzina con ganas de comerse el mundo.

En Casa del Presidente

“El 14 de febrero de 2010 fue la primera vez que fui a casa del presidente Berlusconi. Me acuerdo perfectame­nte porque llevaba un regalo por el día de San Valentín que había comprado a mi novio de entonces”. Ese día LeleMora la llamó. Le pidió que se vistiera de manera elegante ymandó un coche a recogerla a la puerta de su casa. “Pensaba que sería otra noche en discoteca”, asegura. Pero al bajar del vehículo se encontró delante de Villa San Martino, la residencia milanesa del entonces primermini­stro. “En la entrada nos recibió un pequeño hombre delante de un mapamundi gigante”, dice sin poder contener la risa. —¿No reconoció a Silvio Berlusconi? —No. Mucha gente no me cree, pero yo no sabía quién era, porque no tenía televisión y no me interesaba para nada la política italiana. Entendí que debía ser una persona importante, con mucho dinero, viendo la casa que tenía.

Berlusconi la invitó a sentarse en la mesa donde esperaban otras chicas. Los únicos hombres eran el mandatario, su amigo Fede y los camareros. “En un momento determinad­o me levanté y me presenté. Les repetí la historia que había inventado y que contaba siempre: queme llamabaRub­y, que era de Egipto, que tenía 18 años…”. ¿Y que era sobrina del presidente egipcio? “Si soy sincera, no recuerdo muy bien lo que dije porque, entre todas las tonterías que me inventaba entonces, lo que han escrito los periódicos después y lo quemás tarde se ha dicho en los tribunales, tengo un poco de confusión. Lo que es seguro es que les dije que me llamaba Ruby, no Karima”.

Antes de que la cena acabara, se dirigió al presidente y le dijo que tenía que irse porque su novio la estaba esperando. “Berlusconi me pidió que le acompañara a su despacho y me dió un sobre. Cuando lo abrí en el coche descubrí que contenía unos 2.000 o 3.000 euros, no recuerdo cuánto exactament­e. Me sorprendí mucho al ver los billetes morados de 500 euros porque no los había visto nunca antes”.

—¿Berlusconi le daba siempre un sobre después de las cenas a las que acudía?

— Siempre me daba alguna cosita para ayudarme, algún regalo.

—¿Qué ocurría durante las cenas?

— Durante la cena a él le gustaba contar chistes y cantar con Mariano Apicella, el intérprete de cámara del empresario.

Según la Justicia italiana, en las fiestas del ex Cavaliere, tras la cena, las invitadas demostraba­n todas sus cualidades con algunos bailes eróticos para satisfacer al anfitrión. Es lo que se conocía como el Bunga bunga. Solo las mejores podían pasar a la siguiente fase: dormir en la residencia delDragón —como bautizó públicamen­te a Berlusconi su exmujer, Veronica Lario— y cumplir todos sus deseos en privado. “Era un poco como cuando entras en una discoteca. Hay chicas y chicas. Está la que llega decidida y está la que mantiene siempre la compostura a pesar de la situación en la que se encuentra. Depende de la persona. Era un escenario un poco burlesque”, me dice hoy Ruby. En el juicio, las invitadas contaron que en aquellas “cenas elegantes”, como fueron definidas por el ex primer ministro, se producían auténticas orgías. “Algunas chicas se disfrazan de enfermeras sexys, otras de monjas, como Nicole Minetti —recuerda Karima—. Yo nunca entré en las habitacion­es, así que no sé lo que pasaba allí dentro”. Sin embargo, la Justicia italiana cree que Ruby sí durmió esa primera noche y alguna más en la residencia del político.

La gallina de los huevos de oro duró poco. La noche del 27 al 28 de mayo de 2010 la joven marroquí fue arrestada acusada de haber robado 3.000 euros y unas joyas a su excompañer­a de piso, una prostituta brasileña con la que vivía. Fue trasladada a una comisaria deMilán, pero en lugar de ir a parar a un centro de menores, ya que aún no había cumplido los 18 años, quedó sorprenden­temente en libertad. Más tarde se descubrió que alguien desde Palazzo Chigi, sede de la presidenci­a del Gobierno italiano en Roma, había llamado a la comisaría diciendo que Ruby era sobrina de Hosni

“BERLUSCONI­SI ME NUNCA DABA INTENTÓ APROVECHAR­SE .1.000€, PARA MÍ ERA MUCHÍSIMO DINERO. PARA ÉL NADA”

Mubarak, el depuesto presidente egipcio, y que su arresto podría causar un incidente diplomátic­o. “¡Liberadla inmediatam­ente!”, habría exigido Berlusconi por teléfono, fuera de sí. En la comisaría se presentó poco después Nicole Minetti, quien se hizo cargo de su tutela legal. “Cuando abandonamo­s la comisaría, me dijo que Berlusconi estabamuy enfadado conmigo porque le había mentido sobre mi edad, mi procedenci­a y mi nombre. Después de aquella noche no volví a verle ni a hablar con él. Hasta que tuve a mi hija, Sofía, hace cinco años y me felicitó a través de otra persona”.

La llamada a la comisaría que realizó el primer ministro para evitar que el escándalo saliera a la luz, y que el Tribunal de Milán consiguió demostrar en primera instancia, fue la base para acusar al mandatario de abuso de poder.

Ruby siguió con su vida, hasta que una nueva pelea con otra compañera de piso acabó por alertar a la policía, que esta vez sí, la mandó a un centro de menores de Génova. Allí confesó a los fiscales que la interrogar­on que había visitado en varias ocasiones la residencia del primer ministro y que había practicado sexo con él. Más tarde se retractarí­a de todas sus declaracio­nes delante del Tribunal. “A los investigad­ores les conté un montón de tonterías”, se justifica hoy. La Fiscalía italiana cree que Ruby, al igual que una decena de invitadas a las fiestas del político que fueron testigos en el primer proceso, modificó su versión para defender a Berlusconi a cambio de millones de euros que habría conseguido reciclar a través de varios negocios enMéxico y Dubái. “Esto lo explicaré cuando esté delante del Tribunal, no en una entrevista”, responde tajante antes de dejarme siquiera formular la pregunta.

La Generosida­d de Il Cavaliere

Silvio Berlusconi reconoció haber pagado a Ruby 57.000 euros para ayudarla a montar un salón de belleza en Génova porque le había “conmovido su historia”. En varios pinchazos telefónico­s se puede comprobar cómo Ruby llama a Giuseppe Spinelli, el contable de Berlusconi y la persona encargada de realizar los pagos a las chicas, y le pide 5.000 euros. Aunque, según confesó en otra ocasión ellamisma a un amigo por teléfono, habría exigido a Berlusconi hasta cincomillo­nes de euros. Él, a cambio, le habría prometido “cubrirla de oro” si se hacía pasar por loca.

—¿En qué contexto se produce esa llamada?

—Imagina que no tienes a nadie en el mundo, conoces a una persona que no tiene ningún problema económico y esa persona te dice: “Si necesitas algo, llámame”. ¿No la llamarías para pedirle ayuda?

—¿Pero no pensó que si Berlusconi la ayudaba querría algo a cambio?

—Él nunca intentó aprovechar­se de mí. Y ten en cuenta, además, que si me daba 1.000 euros, para mí significab­a muchísimo dinero, pero para él no era nada.

“Para él es comodejar un eurodeprop­ina aquí al camarero”, interviene su novio, pendiente en todo momento de cada frase que pronuncia Karima. Me pone otro ejemplo. Apenas cinco meses después de que estallara el escándalo, recibió la propuesta del multimillo­nario austriaco Richard Lugner para ser la estrella del Baile de la Ópera de Viena a cambio de 40.000 euros. “¿Tú qué dices? ¿No, gracias, no voy porque esmucho dinero y hay gente que trabaja muy duro para ganar solo 1.000 euros? No. Ya que me llaman prostituta, ya que tengo que soportar todo esto, cojo los 40.000 euros y voy a Viena. Por eso si llamas a una persona porque te encuentras en una situación difícil y te manda 2.000 euros, ¿no los coges?”.

—¿Y por qué crees que querría ayudarte?, le pregunto.

Interviene su novio: “Él estaba rodeado de otras 30mujeres, y quién sabe, igual Karima le provocó ternura. No es algo tan difícil de creer si conoces su historia”. “A lo mejor simplement­e me cogió cariño”, añade ella.

Cariño o no, lo cierto es que la Justicia italiana está investigan­do desde hace meses el origen del supuesto patrimonio inmobiliar­io que Ruby tendría en el Caribe mexicano. “El restaurant­e Casa Sofía es propiedad de mi expareja y padre de mi hija, Luca Risso. Es él quien vive en México, yo no tengo nada que ver. Si tuviera negocios enMéxico o en Dubái, no estaría en Italia”, asegura. En una carta dirigida a Berlusconi que fue filtrada a la prensa, Risso reconoció que el magnate les había pagado para que escaparan al país latinoamer­icano y Ruby Robacorazo­nes no se presentara a testificar durante el primer proceso. “Sobre ese tema pregúntale a él. Yo no fui a declarar porque al principio no me convocaron, y cuando lo hicieron, estaba conmimarid­o enMéxico. Mientras estuvimos juntos, íbamos allí de vacaciones, pasábamos uno o dos meses y volvíamos a Italia. Hasta que él se enamoró de otra persona y nos separamos”.

En la actualidad Ruby no tiene una ocupación. Asegura que vive de lo que ganó durante los bolos que hizo por las discotecas cuando estalló el escándalo y se convirtió en una figuramedi­ática. “He buscado trabajo como camarera, dependient­a, cualquier cosa. Pero cuando la gente cree que Berlusconi te ha pagado millones de euros…”.

Karima asegura que en el origen del proceso ella era la víctima por ser menor de edad y Berlusconi era el verdugo. Pero dice

que al no acceder a declarar en contra del magnate todo se volvió en su contra. “De ser una pobre chica de 17 años que había que proteger y tutelar, pasé a ser una prostituta. Yo no me considero una víctima, él no me ha hecho nadamalo, al revés. Estoymuy agradecida de haber ido a aquella casa porque he podido ayudar a mi madre durante mucho tiempo”, asegura. “Pero si de verdad todo el proceso nació para protegerme, en lugar de eso me han arruinado la vida”. �

“CON BERLUSCONI HABÍA CHICAS Y CHICAS… ESTÁ LA QUE LLEGA DECIDIDA Y LA QUEMANTIEN­E LA COMPOSTURA”

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Izda., el ex primer ministro, Silvio Berlusconi, mira a una joven durante un programa de televisión en septiembre de 2008. Dcha., Karima El Mahroug frente a los periodista­s en abril de 2013 se opone al procesamie­nto del mandatario. MÍRAME, PAPI
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