Comedores escolares: nuevo foco de polémica entre gobierno y FA
Algunos jerarcas plantearon la necesidad de producir cambios, y desde el Frente Amplio se cuestionó la idea de quitar un beneficio a los más pobres en plena pandemia.
Comienza hoy otra etapa de la vuelta a clases presenciales de escolares y liceales en todo el país, excepto en el departamento de Treinta y Tres. Al mismo tiempo se reaviva la polémica instalada recientemente por el gasto en alimentación escolar y posibles cambios en los comedores escolares.
El propio ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, cuestionó dicho gasto al tiempo que adujo que “se intentará repartirlo mejor”.
Por su parte, la directora de general de Primaria, Graciela Fabeyro, indicó que“el comedor es un gran tema que hay que poner en debate en la sociedad y en el ámbito político, porque se trata de una política pública. En su opinión“hay familias que pueden solventar la alimentación”.
Desde el Frente Amplio, se cuestionó con dureza estas opiniones precedentes porque“dan la sensación de que se quiere instalar el relato de modificar el sistema de comedores escolares, y producir un nuevo recorte para los más carenciados, en medio de la pandemia que vive el país”.
Gratuidad de la educación
Para el exconsejero de Primaria, Héctor Florit, la propuesta de debatir a que convoca Fabeyro contradice la gratuidad de la educación pública. “Parecería un agravio que se le cobrase a un niño por asistir al comedor según la condición económica de la familia”, señaló.
Pablo Caggiani, consejero de Primaria, dijo a República Radio que “no queda claro si la razón es económica o ideológica y se entiende que el servicio de alimentación es solo para los pobres y que no está asociado a una propuesta integral desde el punto de vista educativo”.
Agregó que se está comparando la situación del sistema de emergencia actual -que entrega unos 70.000 almuerzoscon el funcionamiento de los comedores en un año normal cuando unos 240-250.000 niños utilizan el servicio de comedor. Muchos de estos escolares tienen que almorzar o acceder a la copa de leche porque están en propuestas educativas de 5 horas o más en las escuelas. Ese debate no es fecundo porque compara cosas que no son comparables.
Caggiani puntualizó además que para un sector del gobierno “hay familias que podrían pagar el alimento, pero no dicen que la alimentación escolar se financia con el Impuesto de Primaria”, es decir, con lo que pagan quienes poseen bienes inmuebles.
Agregó que se trata del impuesto más distributivo que pagamos los uruguayos porque saca de quienes tienen propiedades para un servicio como la alimentación escolar.
“Todo hay que revisar para mejorar -agrega Caggiani- pero me resulta difícil ahorrar de los $ 9 que sale cada copa de leche o pensar que se pueden optimizar el gasto con los $ 26 que recibe una escuela por cada niño para resolver su almuerzo”.
El consejero explicó que el sistema de alimentación escolar - además de tener 100 años- es un sistema que funciona al punto de que el Sinae solicitó a Primaria el 13 de marzo un sistema para la emergencia, es decir, para resolver la situación al no poder abrirse los comedores y en 48 horas se estaban distribuyendo 37.800 almuerzos.
“Pensar que esto se puede resolver con ‘el que puede pagar que pague o que cada uno lleve su tupper como sucede en instituciones que no están dentro del Programa de Alimentación Escolar da lugar a mayores problemas de salud, y mayor inequidad”.
El PAE cuenta con nutricionistas, y atiende problemas nutricionales del desarrollo infantil como por ejemplo la obesidad en los niños, tal como lo señalan los datos del Ministerio de Salud Pública. En este aspecto Caggiani recordó que quie